Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
Luka Modric no es un jugador familiarizado con las lesiones. Su 1,74 engaña, porque su cuerpo balcánico es una roca que apenas ha sufrido grietas en toda su carrera. Hasta el pasado domingo, en los últimos cinco años el de Zadar solo había sufrido una rotura de tibia, más allá de problemas menores. Y de aquella ya salió antes de lo esperado.
La por entonces estrella del Tottenham se fracturó la tibia derecha en un duelo de la Premier contra el Birmingham el 29 de agosto de 2009. Algo más de tres meses después, Modric ya estaba jugando de nuevo. Reapareció el 12 de diciembre contra el Wolverhampton. Esa temporada fue decisivo en la exitosa campaña de los Spurs, que acabaron clasificándose para la Champions. Se recuperó pronto y bien.
La fractura no fue tan grave como la que sufrió David Villa en 2011, pero la diferencia en el tiempo de recuperación fue notable. El asturiano estuvo en el dique seco más de siete meses, el doble que el 19 madridista.
A eso se agarra Modric en las primeras horas después de la confirmación de la lesión, ese «arrancamiento del tendón proximal del recto femoral izquierdo» que le mantendrá de baja los próximos tres meses. A que ya obró el milagro de reaparecer sin secuelas en un tiempo prácticamente récord.
Otro de los motivos por los que el croata no se ha venido abajo, más allá de todas las muestras de apoyo y cariño que ha recibido de parte de sus compañeros, tanto de manera privada como pública, es que para ser jugador de élite apenas ha tenido problemas físicos. Es su segunda lesión de gravedad desde 2009. Y en tres meses, cuando empiece a decidirse la temporada, estará de vuelta. «Mi padre tiene las piernas fuertes y yo lo heredé», reconocía en una entrevista a la UEFA hace años.
Visita a Valdebebas
Modric estuvo ayer en la Ciudad Deportiva, donde se encontró con su entrenador, un Carlo Ancelotti para el que la lesión de su jugador ha supuesto un duro golpe. Tal era el estado de ánimo de Carletto que la charla de ambos acabó con el croata prácticamente animando a su entrenador.
En principio, el futbolista reposará unos días en Madrid mientras la inflamación baja. Durante este tiempo se decidirá si Modric hace la recuperación en Valdebebas o elige otro destino, que bien podría ser su Zadar natal, con la que está muy conectado.
Ayer por la tarde ya se puso en manos de los fisios, que le estuvieron tratando en la camilla. Allí recibió el cariño de los jugadores no internacionales que se están entrenando en el parón. Fue el primer día de recuperación de los tres meses de baja, dato ofrecido por este periódico y confirmado por la Federación croata.
