Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Gran inteligencia en el campo y técnicamente hábil. Así se podría definir como jugador al nuevo entrenador del Real Madrid. Tras debutar en el Parma, equipo que le había criado como jugador, pasó a la Roma, donde se produjo su debut en la Serie A. En la capital de Italia llegó a una final de Copa de Europa contra el Liverpool pero una lesión le impidió saltar al terreno de juego. El club inglés y las lesiones se cruzarán en más de una ocasión en su carrera tanto de jugador como de entrenador.
A pesar del gran nivel exhibido durante su etapa en Roma, su techo futbolístico estaba aún lejos de alcanzarse. Fue en el poderoso Milán de Arrigo Sacchi de finales de los ochenta y principios de los noventa donde lo alcanzó, junto a jugadores del nivel de Donadoni, Van Basten, Gullit o Rijkaard.
«Yo le enseñé a moverse y resultó que pensaba más rápido que nadie. Era un perfecto entrenador en el campo», aseguraba Arrigo Sacchi sobre él.
Como volante milanista y siguiendo las pautas de Sacchi, logró alzar dos veces la Copa de Europa. Fue internacional en 26 ocasiones con la Selección italiana y una lesión de rodillas le impidió participar en el Mundial de España al poco de debutar con la azurra.
Tras su retirada como jugador, “Carletto”, tomó las riendas del banquillo de la Reggiana, a la cual ascendió a la Serie A italiana. Tras un paso discreto por el Parma y fracasar en la Juventus, donde sólo logró una Copa Intertoto, el futuro técnico del Real Madrid regresó al lugar de sus mayores éxitos: Milán.
Berlusconi le llamó y él aceptó. Durante su etapa como entrenador milanista se convirtió en uno de los mejores entrenadores del continente europeo. Logró una Liga y dos Copas de Europa en sus ocho temporadas en el club rossonero, una de ellas con claro sabor a revancha, al vencer al Liverpool en la final, ya que dos años antes el club inglés le arrebató el máximo galardón europeo en la famosa final del 2005 en la tanda de penaltis tras llegar ganando al descanso 3-0.
Tras el Milán, aterriza en Londres. Roman Abramovich le da las riendas de un Chelsea en reconstrucción. Conquista el primer doblete de la historia de club en su primer año (Premier League y FA Cup), pero tras fracasar en el segundo, Ancelotti es despedido y acaba en París, otra capital europea. En su segunda temporada parisina rompe la maldición del Paris Saint-Germain al lograr el campeonato de Liga tras nueve años sin alzarse con él el equipo del Parque de los Príncipes.
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