Enigma Gareth Bale

Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista

«Bale es uno de los mejores jugadores del mundo». La voz de Florentino Pérez moduló un tono especial ayer, en su comparecencia voluntaria ante la prensa, cuando se refería al jugadores galés. Sin duda uno de sus futbolistas preferidos y a quien defiende en privado y en público hasta en situaciones extremas, como la actual.

De la vorágine blanca ante el Schalke de la que tanto y tanto se ha escrito y hablado en las últimas 48 horas, un jugador queda especialmente señalado: Gareth Bale. Su falta de compromiso colectivo en determinados momentos de los partidos solo es comparable a su enorme potencial individual. Se resiste, o le cuesta, realizar las misiones tácticas que el técnico le encomienda cuando de defender se trata.

El martes volvió a quedar en evidencia. En los dos primeros goles alemanes no aparece en el cuadro. Imposible. No había acudido a realizar la pertinente ayuda que sus compañeros necesitaban. Su displicencia para retrasarse y trabajar en la recuperación quedó retratada porque enfrente tenía un lateral de largo recorrido, Fuchs, que se pasó el partido más en campo contrario que en el suyo. Bale le seguía más con la vista que con el cuerpo.

A continuación, MARCA realiza las 11, como su dorsal, preguntas, con sus correspondientes 11 respuestas, que intentan buscar una explicación puramente futbolística a su bajón en los últimos encuentros. Por sus condiciones técnicas y físicas, a Bale se le debe exigir lo máximo porque lo lleva dentro y, en condiciones normales, estaría llamado a ser candidato fijo al ‘Balón de oro’ en los próximos años.

Sus trascendentes goles en la final de la Copa del Rey y de la Champions de la temporada pasada deberían haber sido su mejor catapulta, pero su segunda temporada, que, en teoría, debía ser la de su consagración definitiva, no transcurre por los mismos derroteros.

¿Qué le pasa a Bale?
Por momentos, en el campo, parece ausente, perdido y poco identificado con la causa.

¿Por qué un jugador con tanto potencial individual no termina de encajar en un equipo de tanta calidad?
Simplemente por su aparente mínima implicación e integración en el grupo 20 meses después de su llegada.

¿Por qué lleva nueve partidos sin marcar?
Además de la obvia explicación de que el gol es una cuestión de rachas que vienen y van, porque remata menos a puerta desde la polémica surgida sobre su presunto exceso de individualismo en situaciones de ataque en las que no pasó balones a los compañeros que podían estar en situación más ventajosa.

¿Por qué lleva ocho partidos sin dar un pase de gol?
El último fue a Benzema contra la Real Sociedad. No acaba las jugadas como antes, ha entrado en una fase de indefinición y dudas con el balón en los pies. No sabe si jugársela solo o quitársela pronto de encima.

¿Por qué da la sensación de irse al vestuario sin haber exprimido todo su talento?
Porque sus condiciones innatas son tales que se piensa que debería tener muchas más influencia sobre el juego y el resultado.

¿Por qué le cuesta tanto defender si comenzó y se hizo un jugador importante como lateral izquierdo?
Le tenía que costar mucho menos que a otros realizar labores de recuperación teniendo en cuenta que ya las ha hecho y no hace tanto. Un recorrido más largo dentro del campo no debería ser ningún hándicap físico para él.

¿Por qué se queda parado en tantas ocasiones cuándo pierde el balón en lugar de perseguir al rival?
Posiblemente por impotencia, por desesperación, porque es el primero que sabe que no está rindiendo a su nivel.

¿Por qué participa tan poco del juego asociativo?
Su primera intención cuando recibe el balón es realizar la acción individual y no buscar al compañero mejor colocado. Viene de un fútbol, el inglés, donde el juego combinativo no es la primera opción.

¿Por qué prefiere arrancar desde la derecha cuando todo parece hacerlo más natural desde la izquierda?
Entiende que partiendo desde esa posición, a pierna cambiada, se perfila mejor para su lado bueno y tiene más posibilidades de acción individual hacia dentro y remate con la puerta de frente… Y por lo tanto más opciones de hacer gol.

¿Por qué no atiende las órdenes de su entrenador, que le pide que se convierta en cuarto centrocampista cuando el equipo no tiene el balón?
Ya se siente delantero-estrella. Le ficharon para atacar y no para defender… y no le han dado ningún susto, como sentarle en el banquillo al tercer partido en que no hubiera cumplido con su obligación.

¿Por qué a un hombre de su envergadura, estatura y buen salto, le tuvieron que cambiar de zona en las acciones a balón parado en contra?
Por falta de concentración. Exceso de pasividad. No atacaba los balones que le llegaban. Ahora se coloca al rechace para montar la contra rápida en cuanto el equipo se haga con el balón.

Moraleja final. Gareth Bale es infinitamente mejor jugador de lo que ha demostrado hasta ahora y por sus condiciones físicas y técnicas está más que capacitado para realizar las funciones tácticas que el entrenador le exige en defensa. Ancelotti tiene la obligación y responsabilidad de conseguirlo.

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