Redacción: Luis Miguel Plá.
La victoria de ayer de la selección de baloncesto en Lille, ha sido un nuevo episodio de la relación de odio entre España y Francia, sobre todo, cuando es de deporte de lo que hablamos.
Los franceses tenían preparada una auténtica fiesta para este domingo, se presentaban en el Eurobasket con el mejor equipo del torneo y con la ventaja de jugar en casa, pero una vez más España se coló en su fiesta y acabó cambiando el disco de Edith Piaf por una cinta de casette de Manolo Escobar.
Los 40 puntos de Gasol frente a los galos ya forman parte de la historia del baloncesto español y de la rivalidad entre ambos países, colocando a Pau a la altura de otros mitos que han paseado la rojigualda entre los pitos de la afición gala.
El club formado por Indurain, Contador y Rafa Nadal ya tiene nuevo miembro y de honor, Pau Gasol, ese hombre de 2,16 metros que es capaz de robar los sueños de los niños franceses y colgar la bandera de España en lo más alto de la Torre Eiffel.