Redacción: Latribunamadridista.com/ Imágenes: marca.com
El vestuario del Barcelona se ha convertido en un auténtico polvorín, con Messi y los «pesos pesados» sin creer en Quique Setién, un Barcelona sin ideas que tal y como indicó Busquets, la situación es complicada aunque pelean por la liga mientras tengan posibilidades algo que parece subrealista cuando se encuentran a un punto del Real Madrid, eso sí, con un partido menos pero cuando aún hay quince puntos en juego y todo puede pasar.
Sin embargo, los jugadores no creen ni en Setién ni en su cuerpo técnico, de hecho, al desplante de Messi a Eder Sarabia en la pausa de refrigeración del otro día en Balaidos ( Sarabia fue a comentar algo a Messi y el 10 se giró hacía otro lado y lo dio la espalda), se une la imagen de ayer, con (2-2) en el partido y la última pausa de refrigeración, con los jugadores del Atlético de Madrid en círculo escuchando a Simeone mientras que en el Barça, nadie escucha a nadie y los jugadores simplemente descansaron un par de minutos y el partido se reanudó sin haber recibido ninguna aclaración algo que contrasta también con el Real Madrid y las famosas » arengas» de Zidane que tanto motivan a los jugadores blancos y tan buen resultado tienen.
A ello, se une la humillación sufrida primero por Arthur, ya jugador de la Juve en el trueque por Pjanic y ayer por Griezmann que estuvo calentando toda la segunda mitad y con un Barcelona necesitando el gol del triunfo para no descolgarse de la liga, sólo jugó los cuatro minutos del descuento, una humillación a la que ya ha respondido Setién afirmando que » no tengo porque pedir perdón a Griezmann», sin duda, una afirmación que deja patente que quiere salvar su honor, a sabiendas que agota sus últimos partidos y sus últimos días en el Barcelona y que el cuadro culé, prácticamente, ha dicho adiós a la Liga y desde luego, con este fútbol y estos resultados tiene muy complicado ganar la Champions League que se reanudará en Agosto.