BATALLA TÁCTICA EN LISBOA

Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista

A nadie extrañaría que el Real Madrid-Atlético de Lisboa resultara una final igualada, apretada, con pocas ocasiones de gol, decidida por una acción puntual. Un chispazo de un genio, un disparo de media distancia o una jugada a balón parado. Los dos equipos dominan bien la estrategia y tienen jugadores para hacer daño en esa suerte. En algunos momentos de la temporada, ha sido un recurso importantísimo, especialmente para el Atlético.

El cuadro de Simeone ha marcado 15 goles en Liga en jugadas de estrategia, el último de ellos el de Godín en el Camp Nou, el que le dio el título de Liga. El Madrid, por su parte, ha hecho nueve en el campeonato liguero. A estos hay que sumar los que ambos han hecho en otras competiciones. En la propia Liga de Campeones, el balón parado jugó un papel fundamental para el equipo blanco. En el histórico partido de Múnich, el Madrid marcó los dos primeros goles en dos jugadas rematadas de cabeza por Sergio Ramos, el primero tras un saque de esquina y el segundo después de una falta.

Las bajas o el precario estado físico de algunas estrellas dan aún más importancia a este aspecto del juego. El Atlético ha resuelto muchos de sus problemas en los últimos partidos con un cabezazo. La ausencia de Diego Costa limite el potencial ofensivo de los de Simeone y otorga una mayor importancia a los córners y faltas. El Madrid dispone de más recursos, pero también es capaz de hacer daño de esa forma.

Tanto rematadores (Pepe, Ramos y Cristiano por un lado; Godín, Miranda, Raúl García y Tiago por el otro) como los encargados de poner el balón en el área (Modric, Di María, Koke, Gabi…) tendrán que afinar esta semana. Un centro de Koke cabeceado por Miranda en el primer palo dio el triunfo al Atlético en la última final, disputada hace poco más de un año. Un escenario en el que un córner o una falta decida la Liga de Campeones no sorprendería. Los dos tienen armas. La final también se juega por el aire.

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