Redacción: mario monzo
Sustituir a una leyenda no es tarea fácil. Las comparativas pueden ser constantes, las críticas por no llegar al nivel que se espera se suceden si no se cumple con el papel que se le asigna al relevo generacional. Pero eso no ha sucedido con Marcelo, un jugador que ha adquirido gran peso en el equipo blanco desde su llegada en 2006
El fichaje del lateral brasileño coincidió con el ocaso de otro mito carioca, el dueño del carril zurdo del Bernabeú desde 1996, Roberto Carlos. Desde ese momento se le podía presuponer como el futurible para sustituir la inminente salida del equipo del legendario 3 de la era galáctica (se fue en 2007), y poco a poco se ha ido ganando la etiqueta de digno sucesor.
Cierto es que las comparativas son odiosas. Evidentemente, todo lo que ha hecho Roberto Carlos durante su carrera ha sido muy grande y difícil de igualar, pero Marcelo ha demostrado que guarda un nexo común con su antecesor. Fue volver tras su lesión y ante el Betis pudimos ver un vendaval de fútbol de ataque del equipo blanco, ayudado en gran medida por el puñal que resulta las incorporaciones del brasileño viniendo desde atrás por su lateral zurdo. Fue volver Marcelo y volver la alegría en el fútbol del Real Madrid, el caos provocado con sus incorporaciones a ataque…los goles desde el costado zurdo. Todo lo que aportaba desde finales del siglo pasado el mítico Roberto Carlos.