No podía salir el Madrid a especular, y lo sabía Carlo Ancelotti, que no se dejó nada en el banquillo y fue con todo contra el Celtic, sin poder depender de lo que hiciera un Leipzig que en el minuto diez ya había dejado el sello en forma de Nkunku que certificaba que quería estar en los octavos de final pasara lo que pasara, y de paso, redimirse contra un Shaktar que ya les propinó una derrota bastante contundente.
Aun así, le costó al Madrid entonarse, que no era capaz de superar una presión altísima del Celtic, que salió al partido de una manera muy agresiva y con ganas de redimirse de una fase de grupos que no ha terminado de ser del todo justa con ellos. A punto estuvo Courtois de cometer un error y provocar el primer gol tras un pase de Mendy que tampoco fue muy acertado. No duró poco el desconcierto general, y es que en la primera llegada del Madrid al área llegó el primer penalti de los tres que señalaría Stéphanie Frappart en la primera mitad, tras una mano gracias a una buena jugada colectiva. Lo tiraría Modric, quien no fallaría, engañando a un Hart que poco pudo hacer ante el golpeo del croata.
Siguió el guion establecido, con el Madrid combinando pero el Celtic siendo un equipo muy incómodo, que conseguía hacer muchas cosas con el balón y ser agresivo, pero que se diluía cuando tenía que ser el que creara peligro, sobre todo con un Militao que físicamente era superior a cualquier atacante escocés. Entre tanto, y a lomos de Asensio, seguí allegando el Real Madrid, que tuvo una ocasión clarísima de Vinícius casi a portería vacía. Se estiró Hart, que llegó a detenerla, pero el rechace le cayó a un Rodrygo que provocó otra mano en el área. Sería el brasileño esta vez el encargado de chutarla, y tampoco fallaría. 2-0 y la sensación de noche tranquila en el Bernabéu.
No lo iba a ser tanto, y es que se empezó a acercar con más peligro un Celtic cada vez más incómodo, que obligó a Courtois a exhibirse con dos paradas muy buenas, tras dos disparos realmente potentes. Todo parecía poder estar controlado hasta que Mendy metió de más la pierna en el área, enganchando el tobillo de Abada y provocando el tercer penalti, uno que no tuvo el mismo destino que los demás y que fue detenido por Courtois, tras un lanzamiento muy dubitativo de un Juranovic al que le pudo pesar el ambiente, a pesar de tener a una gran cantidad de escoceses animando en las gradas del Bernabéu.
Mismo guion en la segunda parte, con un Madrid mucho más peligroso y un Celtic que pudo hacer menos, fruto del cansancio y del dominio que estaban ejerciendo los de Ancelotti, que tardaron poco en volver a marcar un gol. Esta vez fue fruto de Asensio, que recibió el balón y disparó, culminando un partido más que notable, uno de esos que le demandan los aficionados blancos, con mucha entrega defensiva y con ese punto de genialidad arriba que tanto ayuda a Vinícius y Rodrygo.
Empezó a rotar Ancelotti, consciente de lo que se le viene a su equipo, y sobre todo a sus jugadores en el mundial, y dio descanso a algunos como Modric, Vinícius o Carvajal, que acumulan muchos minutos a lo largo del curso, para que entraran algunos recién recuperados como Ceballos o Benzema. Más dinamita para un equipo que ha exhibido toda la que le faltó en los últimos partidos.
Y así, entre cambios y carreras llegó el gol de Valverde, con un Lucas Vázquez que cogió el balón en su campo y no lo soltó hasta que llegó casi al área rival, dándoselo a Asensio, que se lo devolvió, para que se la dejara atrás a Valverde. El uruguayo no se lo pensó, hizo lo que mejor sabe hacer, disparó desde fuera del área y la mandó al fondo de la red, certificando el 5-0. Cinco goles con cinco goleadores diferentes y una superioridad más que notable.
No se podía terminar el partido sin que los miles de aficionados escoceses desplazados hasta Madrid recibieran su premio, y es que el Celtic consiguió marcar en los últimos minutos gracias a una falta en la frontal del área de Lucas Vázquez que solucionó Jota para batir a Courtois por primera vez en el partido.
Noche muy plácida para el Real Madrid, que no se jugaba mucho pero que tenía que ganar como lo ha hecho tras el pinchazo en Alemania, asegurando ser primero de grupo y con una goleada que recuperara las sensaciones a pesar de no haber podido dejar la portería a cero, recuperando esa efectividad goleadora que tanto necesitaba. sobre todo sin un Karim Benzema que a punto estuvo de poder llevarse su premio también en los últimos minutos. Por su parte, el Celtic se marcha de la Champions sin ninguna victoria pero habiendo presentado mucha guerra y demostrando ser un equipo muy peleón.