¿Sabes por qué se pelean las familias?

REDACCIÓN: AMELIA DIOSDADO – BLOG BERNABÉU MINUTO 90

Como abogada veo con frecuencia familias que se pelean. Por eso, cuando mi hermana Teresa me ha contado de qué iba el libro que se está leyendo (Hijos de un rey godo), me ha resultado muy familiar.

La paz es un bien precioso que siempre escasea: paz interior, paz familiar, paz territorial, etc.

Hay que entender que, en época del rey visigodo Leovigildo, la Bética estaba dividida entre vencedores y vencidos (visigodos arrianos e hispanoromanos católicos).

Dice la autora que, en ese contexto, siendo Teodosia una princesa cántabra, embarazada del príncipe Aster, fue entregada al rey Leovigildo cuando éste amenazaba con conquistas las tierras cántabras.

El rey Leovigildo aceptó la «ofrenda» y garantizó la paz a aquellas tierras.

Ella católica; él arriano. Ella magnánima; él… un conquistador por encima de todo y de todos.

El rey y su hijastro Hermenegildo, nunca se llevaron bien. Cuentan muchas historias de las injusticias que cometió Leovigildo y de las crueldades que tuvo que soportar su hijastro.

El caso es que Hermenegildo, influído por su madre, su esposa y sus amigos, se convirtió al catolicismo.

El padre le ordenó que volviera al arrianismo pero Hermenegildo, no sólo no lo hizo sino que, quizá equivocadamente, se rebeló contra su padre proclamándose rey de la Bética.

Derrotado pocos meses después, Hermenegildo tuvo que huir al castillo de San Juan de Aznalfarache, que puede verse desde Sevilla. Allí se rindió y fue llevado preso a la Torre de la Puerta de Córdoba, en Sevilla.

Su padre le dió a elegir entre volver al arrianismo o la muerte. Fue trasladado a Tarragona y allí se le cortó la cabeza el 13 de abril del 585.

Curiosidad: al rey Leovigildo le sucedió su hijo Recaredo, que, sin enfrentarse a nadie, se convirtió al catolicismo y llevó a cabo la unificación religiosa entre visigodos e hispanorromanos.

 

¿Qué tiene que ver la rebelión de Hermenegildo con el fútbol?: muchísimo.

Ayer se enfrentaban Real Madrid y Atlético de Madrid (2-2). Vimos dos pueblos llamados a no entenderse. Distintas formas de entender el fútbol. Distintas formas de jugar. Un simple juego se convirtió en pelea. El árbitro podía haber puesto paz. Pero no lo hizo.

Se repitió la historia: las familias se pelean. ¿Por qué?: por malas decisiones, malos comportamientos, ausencia de árbitros, falta de comunicación y, a veces, deseos de libertad.

2 Preguntas: ¿la paz debe conquistarse con la guerra?. Y, ¿la paz está por encima de la Justicia?. Tus respuestas afectarán a tu comportamiento familiar, empresarial, político, etc.. Te juegas mucho: la cabeza.

 

LA FELICITACIÓN y el AGRADECIMEINTO de esta semana es para el profesor Alfredo Bastida por su ayuda en el Master de Coaching Deportivo. Gracias.

EL LIBRO recomendado: «Hijos de un Rey Godo».

EL VIAJE recomendado: la Torre de la Puerta de Córdoba, en Sevilla.

 

 

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