La crónica: Áritz Gabilondo
Dos goles en la segunda parte de Muniain y Deulofeuliquidaron a una impetuosa Albania, que complicó el choque y puso más dificultades que ninguna otra selección en la hasta ahora inmaculada trayectoria de la Sub-21 hacia la Eurocopa. El césped favoreció su plan y consistió en presionar cada acción con tres hombres sobre el poseedor del balón. La pelota no rodaba y cuando lo hacía era a botes.
El concepto estaba claro y la ejecución fue buena. Sergi Roberto y Óliver se veían ahogados en cada intento de construir juego y las pelotas que llegaban a los extremos –Deulofeu y Muniain– lo hacían tan descontroladas que no había manera de generar un uno contra uno en condiciones. A los pocos minutos de partido ya se intuyó que aguardaba una tarde incómoda. Eso se nota enseguida.
La cosa incluso pudo torcerse más de lo previsto. En la primera aparición en ataque de los albaneses, un barullo como no podía ser de otra manera, Shkurtajcazó un balón peligroso que obligó a lucirse a Pachecopor bajo. El aviso no cambió el panorama. Albaniaseguía yendo al límite, agresiva e intensa como si cada acción fuera la última. Del habitual juego de España no hubo ni rastro. Ni siquiera Morata, que venía en racha, fue capaz de inventar algo distinto. Lo intentó desde fuera, también girándose en el área, pero el muro deAlbania era tan consistente que obligaba a mucho más.
Sólo el desgaste físico podría rebajar algo el entusiasmo de los locales, que pese a cambiar a varias piezas para no acusar el desgaste, empezaron a llegar tarde y sin tanto fuelle. Moratacomenzó a estar más suelto, de repente surgieron las figuras de Deulofeu, de Muniain. El delAthletic empujó un buen pase atrás del delantero madridista, pero el árbitro anuló el gol por supuesta fuera previa antes del pase, algo que no se dio del todo.
Hacía falta un zarandeo definitivo para quitarse de encima a los molestos albaneses. Y lo provocóSergi Roberto. El culé, que en la Sub-21 tiene todos los minutos que le faltan en el Barça, robó un balón en su propio campo, avanzó hasta toparse con el portero y le regaló el gol a Muniain, que venía acompañándole para celebrar de la mejor manera posible su partido 27 con La Rojita, igualando el récord de De Gea y Santi Denia.
Albania no se rindió ni viéndose por detrás en el marcador. Su último aliento le llevó a la portería de Pacheco, aunque los huecos que dejó atrás los pudieron aprovechar Óliver y, sobre todo,Morata, que se encontró con Teqja cuando casi cantaba gol. El partido estaba en un puño y así se mantuvo hasta el 88, cuando Deulofeu resolvió con maestría una contra española. Fin de la historia. Trabajo completado y pleno de victorias en la fase de clasificación para la Euro: seis victorias de seis. Costó, pero se logró.
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