Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
La selección española sufrió por primera vez en la Copa Confederaciones en el aspecto físico, ante Nigeria, perjudicada por el día de más calor en la región de Fortaleza, que hizo que, como dijo Sergio Busquets, jugar a las 16:00 horas bajo 30 grados fuese «casi sobrehumano». La semifinal ante Italia llegará en unas condiciones similares. En el mismo estadio, Castelão de Fortaleza, donde según las previsiones meteorológicas se espera la misma temperatura a la hora del partido, 30 grados, y aún con mayor humedad, un 80 por ciento después de las lluvias que se esperan por la mañana.
Los internacionales españoles ya notaron un gran cambio al pasar de Río de Janeiro, donde disputaron el segundo partido de la fase de grupos ante Tahití, a Fortaleza. El primer entrenamiento a última hora del día, dejó a jugadores empapados de sudor y con gestos visibles de cansancio. Se repitió en el partido ante Nigeria. Donde la exigencia de noventa minutos pasó factura. «Nos fue muy difícil asimilar jugar con tanto calor. Sientes que el desgaste físico que haces es mucho mayor. No lo queremos poner de excusa pero es verdad que se nota el jugar en estas condiciones en las que no estamos acostumbrados», aseguró Sergio Ramos.
«Es más complicado de lo normal jugar con el calor pero hay que adaptarse lo más rápido posible», añadió Andrés Iniesta. «Con esta temperatura mantener el mismo ritmo de juego durante noventa minutos es imposible», explicó. Los internacionales españoles están convencidos de que jugarán en las mismas condiciones frente a Italia, selección europea que está acostumbrada a competir bajo una climatología similar. Pero aseguraron que Nigeria sí sacó provecho de la situación.
«Fue una prueba muy exigente tener que jugar a las cuatro de la tarde con tanto calor. Es agotador para el futbolista y además teníamos enfrente a una selección como Nigeria que está acostumbrada a partidos bajo estas condiciones», aseguró Sergio Busquets. «Nunca había jugado con tanta sensación de calor», reconoció Fernando Torres. «Yo estaba muerto y jugué media hora, imagina los compañeros que han estado noventa minutos. Notas que hay mucha humedad y hace que te sientas más pesado en el campo. Nos pesó a nuestro juego, tuvimos menos fluidez y se vio que físicamente no estamos tan frescos como pensábamos. Debe servir de aviso para Italia, aunque esperamos que ellos lo sufran igual», consideró.
Las experiencias que va adquiriendo la selección española en la Copa Confederaciones sirven para lo que vivirán dentro de un año en el Mundial de Brasil. «Es un aviso para el Mundial», dijo Gerard Piqué, que añadió: «En Fortaleza hace mucho más calor que en Río. Hay que ser positivos y tenemos el partido ante Nigeria para acostumbrarnos y sacar ventaja sobre Italia en este aspecto».
Jugadores como Jordi Alba describieron lo que los futbolistas fueron sintiendo en el partido: «En España hay partidos que juegas con calor y te acostumbras pero nunca había jugado con esta sensación. Es la temperatura y la humedad lo que pasa factura. En los últimos minutos nos dolían mucho los pies. Era insoportable jugar así noventa minutos». «Sientes tu cuerpo diferente. Desde el calentamiento ya estas empapado de sudor. Fue el día que más calor pasamos en la Copa Confederaciones. Te hace jugar más cansado y parece que falta el aire. Esperamos que ante Italia no se acuse», sentenció Víctor Valdés.
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