Redacción: realmadrid.com.
El Real Madrid visitará el Signal Iduna Park por segunda ocasión esta temporada. Es el estadio de mayor aforo de Alemania (cerca de 82.000 espectadores) por delante del Olímpico de Berlín y el Allianz Arena, aunque en los partidos de competición europea su capacidad se reduce hasta los 66.000 para adaptarse a la normativa impuesta por UEFA, y uno de los más ruidosos del continente. De hecho, tiene el récord de asistencia en Europa en una temporada, con 1,4 millones durante la 2004/2005.
Los Mundiales de fútbol han marcado siempre el devenir del estadio con más mística de este deporte en Alemania. Construido como sede del de 1974 (fue inaugurado el 2 de abril de ese mismo año) y remodelado con motivo del de 2006, el Signal Iduna Park ha vivido una final de la Copa de la UEFA y ha tenido tres nombres distintos. Comenzó llamándose Westfalenstadion y durante el mes que se disputó el penúltimo campeonato de selecciones, por razones estipuladas en el reglamento de la FIFA, pasó a denominarse estadio de la Copa Mundial de la FIFA de Dortmund. Su nombre actual, que toma desde diciembre de 2005, se debe a motivos comerciales.
Sus signos de identidad son los ocho pilares amarillos de 62 metros que soportan las 3.000 toneladas del techo y las letras con el nombre del estadio de su fachada, que poseen 3,5 metros de altura y durante el día son negras y por la noche se iluminan en blanco. Las bajas temperaturas que registra el país durante el invierno hacen necesario el uso de la calefacción bajo césped. De esta manera se evita que se congele el terreno de juego.
La espectacular muralla amarilla
Su fondo sur acoge la mayor tribuna de pie del mundo. Una espectacular grada en pendiente que puede albergar a 25.000 gargantas. Los decibelios y el ambiente que se generan en la denominada muralla amarilla sólo son comparables a los que se viven en Anfield cuando observas The Kop. Para adaptarse a la normativa impuesta por UEFA, que no permite que los espectadores estén de pie, en los partidos de competición europea se instalan asientos supletorios.
Dos curiosidades para un estadio de leyenda
Durante las obras de renovación para el Mundial de 2006 se encontró una bomba de la Segunda Guerra Mundial enterrada un metro por debajo del terreno de juego, un artefacto de 450 kilos que había asistido durante más de medio siglo a todos los partidos del equipo. Llama también la atención la pequeña comisaría con dos calabozos (uno para los aficionados locales y otro para los visitantes) que está en el fondo norte del estadio. Cada celda tiene capacidad para 130 personas y están totalmente insonorizadas.