Redacción: Alejandro Gámir.
El Real Madrid ha vuelto a decepcionar. Con el empate de esta tarde ante el Eibar, ya son cuatro consecutivos los que lleva el conjunto de Zinedine Zidane (Villarreal, Las Palmas, Dortmund y ahora el conjunto vasco). La potencia ofensiva del conjunto blanco no termina de carburar y hoy vuelto a mostrar una mala imagen en el Santiago Bernabéu.
La lesión de James en el calentamiento inicial era un augurio de lo que iba a pasar durante el transcurso del partido. En el minuto seis de encuentro, se adelantaría el equipo visitante por medio de Fran Rico ante la pasividad de la zaga merengue. Keylor no pudo hacer nada ante el gran testarazo del centrocampista. Sin embargo, con el empate de Bale, diez minutos más tarde, daba esperanzas al Real Madrid en su búsqueda de una nueva remontada.
Ese ansiado tanto nunca llegó. En la segunda parte, el conjunto local fue muy superior. Tuvo muchísimas oportunidades de adelantarse en el marcador. Cabe mencionar un cabezazo tremendo de Gareth Bale al borde del área, que acabaría estampándose en el poste izquierdo. Una lástima, podría haber sido el gol de la jornada.
El Real Madrid lo intentó de todas las maneras posibles, pero no hubo manera. El actual campeón de Europa se encuentra ante una clara ‘mini-crisis’ de juego, y las bajas de jugadores de Modric y Casemiro no pueden ser una excusa.