El Madrid tira la Liga

Redacción: Luis Alberto Reyes-La Tribuna Madridista

Celta 2-0 Real Madrid

Celta: Sergio, Jony, Cabral (A), Fontas, Aurtenetxe, Augusto (A) (56′ Alex López), Krohn Dehli, Rafinha (68′ Madinda), Orellana, Charles (66′ Bermejo) y Nolito

Real Madrid: Diego López, Arbeloa (56’ Coentrao), Nacho, Ramos (A), Marcelo, Khedira (56’ Illarra(A)), Alonso, Casemiro  (68’ Willian), Modric, Morata e Isco

Goles: 1-0 Min 43: Charles; 2-0: Min 64: Charles

Un patético Real Madrid ha dilapidado esta tarde todas sus opciones de ganar la Liga y ha manchado su prestigio tras caer ante el Celta por 2-0 con dos fallos individuales graves e impropios de Sergio Ramos y de Xabi Alonso. En un encuentro pésimo en cuanto a imagen y a falta de concentración, los merengues tiran por la borda una Liga que parece no querer ganar nadie

Sorprendió la alineación y el planteamiento inicial de Ancelotti, que apostó por fortalecer más el centro del campo y dotar al equipo de su ya famoso equilibrio. El Madrid trataba de mover la pelota, pero no había ninguna profundidad y los balones que se tenía que pelear Morata no contaban con el acompañamiento de sus compañeros, que no conseguían llegar a área contraria. De ello se dio cuenta Luis Enrique, quien mandó adelantar sus líneas para presionar la salida de balón de la zaga merengue. Cuando todo parecía que iba a acabar en tablas de camino a los vestuarios, una infantil perdida de balón de Sergio Ramos ante la presión de Charles, dejaba al brasileño sólo ante Diego López. Tras driblar al meta blanco, el delantero vigués colocó el balón a la escuadra. Un mazazo para los merengues, quienes veían que se debía remontar en el segundo acto.

Tras el paso por los vestuarios, hubo una mínima reacción, pero los incomprensibles cambios de Ancelotti, que una vez más, demostró su tremenda incompetencia como entrenador de este equipo, condenaron al equipo.

Otro nuevo fallo, en esta ocasión de Alonso en la cesión a Diego López, regalaba el segundo tanto a los vigueses, nuevamente Charles. De ahí al final, el Madrid tuvo algo de orgullo y lo intentó, pero se encontró con un buen Sergio, que lo paró todo.

A pesar de que tanto Atlético como Barça han empatado sus respectivos partidos, el Madrid ya ha dicho adiós a todas sus opciones matemáticas, por lo que el último partido ante el Espanyol servirá tan sólo para despedir otro año ante su afición e intentar recobrar unas sensaciones olvidadas de cara a la final de Múnich.