Redacción: Nerea Calvo-Manzano.
El partido ante el Shakhtar se planteaba como el elixir que el Real Madrid necesitaba para levantar cabeza tras el debacle del Clásico. Los delanteros blancos resurgieron de las cenizas, sumando cuatro tantos para el conjunto español… Muchos pensaron que el Madrid había vuelto, y que su crisis estaba acabada. Hasta que llegó el segundo tiempo.
Fueron tres los goles que el equipo de Benítez encajó: uno de ellos, a causa de un penalti inútil forzado por Danilo. De esta forma el Real Madrid se despedía del honor de poder ser el equipo con la defensa más solida no solo a nivel nacional, sino también europeo: el miércoles pusieron fin a su imbatibilidad en Champions. Han recibido diez goles en los tres últimos partidos; en dos de ellos, era el guardameta Kiko Casilla el encargado de proteger la portería, pero los números hablan por sí solos: Keylor Navas -que apunta como titular ante el Eibar este fin de semana- recibió los cuatro del Barcelona, mientras que Casilla se hizo con un total de seis (tres del Sevilla y otros tres del Shakhtar). Es en este punto en el que se nota la eficacia y necesidad de los lesionados Sergio Ramos y Marcelo, a los que se sumó Varane el miércoles en Champions.