Diego López ha concedido una entrevista para el programa Fiebre Maldini, en el que ha repasado su etapa en el Real Madrid y ha hablado también de Mourinho, Arbeloa e Iker Casillas.
Luchando desde joven: «He intentado dar lo máximo desde que era muy joven. Estoy orgulloso de lo que he podido conseguir con mucho esfuerzo. Para nada estaba en mi mente ser profesional. Soy de un pueblo pequeño y había menores posibilidades. Mi familia ha tenido que sufrir mucho cuando me llevaba a Lugo a entrenar. Cuando llega la llamada de la cantera del Real Madrid cambió un poco la dinámica. Tuve que emplear mucho esfuerzo y muchas horas extras porque me veía un poco verde respecto a mis compañeros».
Arbeloa: «Arbeloa es una persona de verdad. Es un gran profesional que ha conseguido muchos títulos a través de esfuerzo. Es un amigo de verdad y le tengo mucho cariño».
Ascender con el Castilla: «Un Santiago Bernabéu que nadie habia pisado hasta el momento y ves el ascenso y como se celebra con tanta gente. Ves lo que es el Real Madrid y una liga profesional»
Mejor recuerdo de su primera etapa: «El momento más emotivo fue cuando calenté con el Real Madrid. Era segundo portero y calentar en el Bernabéu me quedará siempre en el recuerdo. Debutar fue un sueño. Fue todo una experiencia mágica. Después del segundo año uno se cansaba de no jugar, y aparece una opción maravillosa como fue la del Villarreal».
El Villarreal: «En el Villarreal nadie me ha puso las cosas fáciles, ni en ningún sitio. Pellegrini apostó por Sebastián y yo jugaba UEFA y Copa, y después las tres competiciones. Fueron años muy buenos. Hubo gente muy inteligente con unos valores extraordinarios».
El Mundial 2010: «Me dolió muchísimo. Recibí una llamada de la Federación y me dejó un poco tocado. Hay que aceptarlo. Llevaba un año y medio yendo a todas las convocatorias. Fue una llamada seca en el que faltó un poco de humanidad. Respeto todas las decisiones, pero me decepcionó a nivel personal».
Mourinho: «Me costó algún día asimilar la llamada del Real Madrid. Fue una gran oportunidad y sabía que en el fondo de mí tenía la confianza de que era el momento justo para ir al Real Madrid. Mourinho es un hombre muy claro y me dio la fuerza necesaria para saber lo que quería de mí durante la temporada. En la temporada anterior intentaron abordar mi fichaje y me contó que tenía un gran reto. Para mí es una persona distinta con su mirada y sus palabras te lleva hacia donde él quiere llevarte».
Las críticas: «Se ha hablado demasiado. Sabía lo que iba a pasar con la conversación y salió el tema. Se me tenía que juzgar por los partidos y los entrenamientos, y después se habló de muchas cosas. Se enteró toda mi familia y mis amigos. Mourinho me dejó claro que él no tenía nada en contra de Iker y que yo no era su niño querido. Mourinho era el escudo donde iban todas las críticas, pero cuando Mourinho se fue yo me convertí en la diana. Ancelotti confiaba en mí. La lupa que tenía día tras día era más grande».
Ancelotti: «En un momento en el que casi nadie apostaba por esa decisión. Yo aguantaba las críticas, pero me dolía por la imagen del club y por el socio».
El Milan: «Ancelotti recibe la llamada de Inzaghi y tenemos una conversación como amigos. Yo le pido informes a Ancelotti y a Vecchi. Ellos me hablan muy bien de este club. Yo sé cómo funciona todo y después de ganar dos competiciones hay cambios y nadie me los dice. Aparece el fichaje de Keylor Navas y es otra competencia más. No tiro la toalla, pero sé que iba a estar en la grada todos los domingos. Tenía otros cuatros años más, pero el Real Madrid decidió rescindir mi contrato».
Casillas: «Nunca faltó el respeto. Cuando se van desenvolviendo los acontecimientos cambian algunos conceptos. Nunca tuvimos un mal gesto ni una mala palabra. No era la misma amistad de hace siete u ocho años. Este debate ha hecho mella en los aficionados y no recuerdo otro debate con tanta tensión. Me siento madridista y pido respeto para Casillas porque se lo merece. Contaré a mis nietos que tuve una competencia muy importante con Casillas».