A falta de tres horas para que arranque un nuevo partidazo de champions ante dos colosos de la historia del fútbol europeo y del fútbol mundial, el Manchester United y el Real Madrid, todo el madridismo (los 3500 que a esta hora impregnan su madridismo por Manchester) y el resto de merengues distribuidos por todo el mundo, se centran en una sóla cosa, «ganar en el Teatro de los Sueños», parada indispensable para continuar el trayecto hacia la décima cuya última parada es Wembley, mítico estadio londinense donde se celebrará la finalísima del próximo 25 de mayo de 2013.
La historia juega a favor de los blancos ya que en Manchester han ganado dos de los cuatro encuentros disputados y la última derrota, feliz derrota, ocurrida en la 2002/03 con «hat trick» de Ronaldo, no Cristiano, fue una victoria estéril de un Manchester United que sucumbió en el Bernabeu al talento de los galácticos ante los diablos rojos por entonces con Sir Beckham, agotando sus últimos meses como jugador del United antes de fichar en el verano de 2003 por el Real Madrid.
La leyenda de Redondo y Raúl González en el año 2000, año de octava, está inserta en todo madridista con uso de razón y trece años más, la mayoría de los presentes nos acordamos de aquel exhibición del Madrid de Vicente Del Bosque que selló su candidatura a la octava, curiosamente y al igual que esta temporada cuando todo parecía perdido.
A los madridistas les ha ocurrido esto esta temporada y ha tenido que ser, el mejor Real Madrid de la era Mourinho, el pasado martes en la vuelta de semis de copa ante el Barcelona en el Camp Nou (1-3) el que devolviera la ilusión y la fe a un madridismo que además de la Copa sueña con la Champions League, con la anhelada Copa de los » Orejones», la décima deseada y perseguida durante once años.
El poder del equipo blanco, hoy de verde, uniforme oficial esta temporada fuera del Bernabeu en la Champions League, radica en Cristiano Ronaldo, el «matador» de áreas, el portento físico, el atleta convertido a futbolista, en definitiva, el » mejor jugador del planeta», el «7» del Real Madrid que vivirá hoy un partido muy especial en su regreso a la que fue su casa durante siete años, Old Trafford y donde ha sido agasajado desde su llegada el pasado domingo algo que mosquea a Mou que sabe de la motivación «extra» de CR7 en citas así y con el público en su contra, ejemplo Camp Nou, donde el luso ha marcado en los últimos seis clásicos disputados en Barcelona.
Por lo demás, el favoritismo del Madrid dentro de la igualdad reinante en una eliminatoria así entre dos colosos europeos, es evidente y más si cabe, tras noquear con dos triunfos consecutivos al «mejor Barcelona de la historia», tanto en Copa como en Liga, en todo un «cambio de ciclo» donde el aplastante poder culé ha llegado a su fin y el poderío madridista ha renacido. El Camp Nou y el Santiago Bernabeu han sido testigos de ello en sólo cuatro días. Old Trafford, otra catedral del fútbol mundial, lo será de la candidatura madridista a la décima champions. La historia y la calidad madridista representada en CR7 así lo atestiguan. Old Trafford, parada obligada hacia la décima de Wembley. HALA MADRID