DE SU PUÑO Y LETRA:ALFREDO DI STÉFANO: «HE DEDICADO MI VIDA AL REAL MADRID»

Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista

Alfredo di Stéfano explicó sus sentimientos hacia el club blanco en este emotivo prólogo escrito para ‘La Biblia del Real Madrid’. «Aquí es donde deseo permanecer eternamente», escribió. Así será.

Llegué aquí con 26 años y 22 días y aquí es donde deseo permanecer eternamente. He dedicado mi vida entera al club, jalonada de alegrías y tristezas, pero, afortunadamente, con muchas más sonrisas que lágrimas.

He ganado todo lo que un jugador podría soñar. Ligas, Copas, distinciones individuales… Pero por encima de todo eso, el honor de haber crecido madridista. Los valores del madridismo son sagrados e inquebrantables y se retratan en la Biblia del Real Madrid a través de sus equipos históricos, frases célebres o los innumerables episodios que perpetúan el orgullo de pertenecer a esta gran familia.

Recuerdo con emoción tantas y tantas noches de gloria… Tantos y tantos partidos fantásticos que ayudaron a consumar este gigante del fútbol mundial. Me acuerdo de los aficionados… Todos los que, de manera más o menos anónima, contribuyeron a elevar el mito hasta que el Real Madrid se hizo acreedor a ser considerado, unánimemente, como ‘Mejor Club del Siglo XX’.

Me acuerdo de cientos y cientos de jugadores… Compañeros de equipo o estrellas de diferentes épocas, que lucieron y defendieron la camiseta blanca como si fuera un manto sagrado. Me acuerdo de tanta gente invisible… Tantos hombres y mujeres que trabajaron en la sombra, dejando a un lado el protagonismo, para que el Real Madrid fuera mejor cada día.

A todos rindo un homenaje de agradecimiento y admiración. Sin ellos, el madridismo no hubiera sido posible y yo sólo sería un ciudadano más, argentino, llamado Di Stéfano, en lugar de ‘Di Stéfano, el del Real Madrid’.

Me asiste el raro privilegio de haber coexistido con dos de los principales adalides del madridismo. Recuerdo con enorme cariño las conversaciones con Don Santiago Bernabéu, un hombre íntegro, serio, imparcial y de sangre blanca, de quien aprendí lo que es ser grande y respetar al contrario. Y me siento muy feliz de haber vivido el tiempo suficiente para conocer a Florentino Pérez, un señor del fútbol que me concedió el privilegio de convertirme en presidente de Honor de este club.

Chamartín ha sido, es y será siempre mi casa. Aquí, con la camiseta blanca por bandera, crecí y me convertí en un hombre. El Real Madrid me dio todo y yo le he dado todo al Real Madrid. No exagero un ápice al considerar Chamartín como mi particular templo sagrado, mi religión futbolística.

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