Redacción: Yenthel de la Torre Recio
Victoria de España por 25-28, ya van cuatro de cuatro. Muy trabajado el triunfo ante los pupilos de Valero Rivera, que se mostraron letales en ataque, sobre todo gracias a Markovic (10 goles), Capote (5) y Hassab (4). Tras un primer tiempo tímido, el duelo se desperezó tras el descanso, la selección supera con dificultades a un conjunto qatarí creada a su imagen y semejanza y que le estudió al milímetro.
Fue el partido de los reencuentros, los recuerdos, las emociones, Valero Rivera hijo tuvo que llamar a Valero Rivera padre para un abrazo entre medias de la profesionalidad y el cariño. El progenitor dejó unas palabras en el oído del vástago y el pitido inicial puso fin a los sentimientos. En las gradas, los pasiones también afloraron sin presiones. Los aficcionados contratados por Qatar tuvieron el día libre para que, sin dejar de animar, sus corazones volaran sin remordimientos hacia los colores que pintaran sus gargantas. Sus instrumentos, sin embargo, no descansaron y su color se mezcló con el blanco y granate y los cánticos de la tierra.
La selección española de balonmano tuvo que reaccionar en la segunda parte para doblegar (25-28) a una indigesta Catar que se marchó al descanso con una ligera ventaja (10-8) y que logró alimentar algunas dudas en los Hispanos. En un partido con mucho sentimiento en la pista, no podría ser menos ante el equipo del anterior seleccionador, Valero Rivera, España no tardó en apuntalar una ligera renta de dos tantos que gestionó bien durante medio tiempo. Pero se le evaporó durante el otro medio y sufrió mucho para recuperarla en la segunda parte. Tres goles de Julen Aguinagalde y una gran parada de Gonzalo Pérez de Vargas a dos del final sostuvieron a España cuando le había vuelto a tomar el pulso al partido.
Rivera, en el banquillo, no dejaba de pasearse, gritar, marcar jugadas, explicar estrategias. Cadenas comprendió que comenzaba el verdadero Mundial, por orgullo y porque definía los cruces definitivos, por lo que sacó a todo su arsenal desde el inicio: Aginagalde, Maqueda, Ugalde, Tomás, Cañellas, Rivera. Así, Valero Rivera hijo fue fundamental en esa labor inicial, pero en los últimos diez minutos del primer período emergió el mejor Goran Stojanovic en la portería catarí y sus intervenciones acabaron desesperando a un ataque español que, incluso, llegó a marrar manos a manos clarísimos como el de Cristian Ugalde (min 25) y un par de lanzamientos de siete metros. Sin olfato goleador durante siete minutos, España acabó mostrando fisuras en su defensa colectiva, mermada con la exclusión de Rocas y deMorros, y Catar acabó dándole la vuelta al marcador. Mahmoud Hassab Alla ponía por delante a los asiáticos y Maddadi establecía el guarismo definitivo al descanso.
España necesitaría qe el partido enfilase sus últimos quince minutos para empatar el encuentro (18-18) con un nuevo gol de Valero Rivera a pase de espaldas de Joan Cañellas, el líder silencioso. Víctor Tomas, que firmaría en 24-25 a falta de cinco minutos para el final, pondría a España por delante muchos minutos después. Un premio a la constancia y un acierto en el seleccionador por la claridad que tuvo para cambiar al sistema 5-1 en el momento justo, cuando fue excluido el local Zakkar. La irrupción de Julen Aguinagalde en los últimos minutos, con tres goles seguidos, la constancia de Joan Cañellas, y las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas, que entró en juego mediado el segundo tiempo, acabaron fabricando el pleno de los Hispanos en la fase de grupos del Mundial de Catar.