Redacción: Luis Miguel Plá.
Cuarto partido de pretemporada y malas sensaciones para el Real Madrid Castilla que ha perdido contra el Villarreal B por 0–2.
Desde el principio del partido se pudo ver en el césped que el equipo castellonense estaba mucho más rodado que los blancos. El centro del campo amarillo con Javi Ramírez y Antón, controlaba el balón a su antojo y hacía que la salida de balón blanca fuera descontrolada. El dominio amarillo fue volcando el campo hacia la portería de Carlos Abad, hasta que en el minuto 6 una buena jugada del Villarreal B acabaría con el 1-0 de Javi García.
El gol no cambió demasiado el panorama para el Castilla, que en vez de dar un paso adelante, vio como los nervios hacían que el juego fuera cada vez menos fluido, dejando el control del choque en los pies de los castellonenses. Por su parte, el Villarreal se limitó a controlar el balón y salir con velocidad, aprovechando la debilidad blanca en la línea de zagueros, y sería en una de esas salidas rápidas en la que el filial amarillo anotaría el segundo gol, de Carlos Martínez en el 25.
Si el primer gol afectó al Castilla el segundo acabó de rematarlo. Muy nervioso, el equipo blanco, desapareció definitivamente en el centro del campo, y la única manera que encontraba de acercarse al área rival era con balones largos a los que nunca llegaba Markkanen, muy desacertado, ni Enzo, mientras que en el área contraria, la velocidad de Fran Sol y Carlos Martínez, daban sensación constante de peligro, con un incursiones constantes que se repetirían hasta el descanso.
En la segunda parte los cambios y la charla de Zidane en el descanso, dieron otro aire al equipo. La entrada de Narváez y Álvaro, provocaron una mayor alegría al juego de ataque blanco, que por primera vez desde el comienzo del partido, conseguía hilvanar jugadas rápidas en la medular, que acababan en las bandas, sobre todo, en la derecha de Álvaro.
La mejoría del Castilla hizo que fueran llegando las primeras ocasiones blancas, con disparos de Enzo y Narváez, pero siempre sufriendo las peligrosas salidas a la contra del equipo castellonense. El paso de los minutos fue aumentando el control del Castilla, pero sin demasiada profundidad, salvo algunas galopadas de Álvaro por banda derecha, que siempre acababan en centros despejados por la defensa. El golazo de falta de Mariano a los 88 minutos llegó demasiado tarde, pero al menos dio una pequeña alegría a la parroquia blanca. Después del gol, un tiro de Narváez casi da el empate a los blancos.
De esta manera llegó el final del partido que hace que salten pequeñas alarmas en el filial blanco. Aunque la segunda parte sí que se vio actitud y buen juego, el triste primer tiempo nos hace pensar que Zidane tiene todavía demasiado trabajo si quiere que el Castilla llegue a buen nivel al principio de la temporada.