Hace casi 60 años que Alfredo Di Stefano conseguía el Balón de Oro en la primera de sus dos veces. Era el año 1957. El año anterior había sido segundo tras el inglés Stanley Matthews. Curiosamente el tercer puesto del podio así como el de su Balón de Oro, fue propiedad del francés Raymond Kopa, perteneciente al club blanco por aquel entonces.
Kopa al año siguiente fue nombrado balón de oro y al siguiente lo volvió a ser el hispano argentino.
Nunca se volvió a ver un jugador tan poderoso y que se comiera el campo de la misma manera. Eusebio, Pele, Cruyff e incluso el actual Messi, pueden considerarse grandes jugadores. Pero Lo que se une en un mismo futbolista cuando se describe a Cristiano Ronaldo, El de Madeira actualmente es un jugador que se puede considerar futbolista-atleta. No se había visto un jugador con esas características físicas y con esa forma de jugar.
Sus lanzamientos hacen formas que complican la vida del portero contrario. Di Stefano fue un jugador que no tenía esa potencia física pero era un todocampista. Cristiano es un jugador más ofensivo pero se come la parte del campo donde está, hasta el punto de ser un jugador con hambre constante, deseando llegar a un punto más. Sea donde sea.
Actualmente tiene el mismo número de balones que el internacional español, mito del club blanco, sin embargo, aún puede superar a los mitos madridistas y a los mundiales. El tiempo lo dirá.