Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Todas las miradas estaban puestas en Iker. Y Casillas cumplió con creces. Sin errores, el meta blanco volvió por sus fueros, sacó dos manos de las suyas y zanjó por el momento el debate de la portería.
Iker ya lleva 17 títulos de blanco. Y no pierde una final desde hace 14 años. Los datos hablan por sí solos, pero más allá de eso, su actuación convenció hasta a sus detractores.
Una parada a Vitolo y otra a Carriço antes del descanso mantuvieron al Madrid con la portería a cero. No tuvo errores por arriba, manejó bien los pies y transmitió esa seguridad que parecía haber perdido en los últimos meses.Y es que,Casillas no vuelve,porque nunca se fue.