AL PASTEL SOLO LE FALTABA GARETH BALE

La cultura del esfuerzo
Ancelotti pretende, así se lo ha hecho saber y volverá a hacerlo en los próximos días, que el ejemplo que debe tomar como referencia en su juego es el de Isco y James. El italiano ha logrado que dos hombres como el ex del Málaga y el ex del Mónaco, que vivían de espaldas al sacrificio, peleen y corran como el que más. El esfuerzo ha pasado a ser parte de su fútbol, que curiosamente está brillando más desde que colocan al equipo por delante de sus intereses.

Ancelotti ya ha iniciado la terapia con el futbolista galés y parece dispuesto a colocarle en el centro del campo. Y es que el trabajo que aportan los llamados interiores (Isco y James) es el que da el punto de equilibrio que necesita un equipo con tanto poder ofensivo como es este Real Madrid. El técnico está convencido de lograr un nuevo éxito.

Los otros «inventos» de Carlo

Di María
Convirtió al argentino en imprescindible con una posición ‘a medida’ para él. El caso de Di María seguramente sea el más claro en el historial de éxitos de Ancelotti. El italiano se sacó de la manga un puesto de centrocampista en el que ‘El Fideo’ podía correr, jugar y brillar. Tanto, que fue clave en la final de Copa y en la de Champions.

Kroos
Un paso atrás para tomar el relevo del ‘desaparecido’ Xabi Alonso. A última hora se marchó Alonso al Bayern y Ancelotti no dudó. Kroos, centrocampista de oficio, tuvo que aprender a marchas forzadas el de mediocentro ‘defensivo’. Y a la vista salta que la estrategia de ‘Carletto’ le salió a las mil maravillas. Kroos es jefe en el medio.

Isco
El sacrificio y la pelea no formaban parte de su exquisito ideario futbolístico. El ex del Málaga se comió el mundo en el inicio de la pasada campaña, pero desapareció de un once en el que exige el trabajo por igual al acierto. Un año después lo ha entendido hasta convertirse en un centrocampista total, que pelea y asiste por igual.

James
Llegó como estrella del Mónaco y Bota de Oro del Mundial con Colombia. El mejor realizador de la pasada cita mundialista llegó al Bernabéu como estrella, tal y como demuestran los 75 millones de euros pagados por él. Ancelotti ha sabido esculpir a una estrella hasta convertirla en un jugador de equipo que sigue brillando.