Minuto 91: Kelia Vidarte /LaTribunamadridista.com
Noche de gloria para los blancos gracias a la enorme magia del suplente de oro, el mexicano Chicharito vivió una noche inolvidable al marcar el único gol de la noche que llevaría a los blancos a semifinales de Champions y que levantaría al Bernabéu de sus asientos en los últimos minutos del encuentro. Es la noche que encumbra al suplente de oro, aquel que supo esperar su oportunidad para demostrar que también es importante para el equipo y que le ha servido para instalarlo en los altares de madridismo.
Sus rezos al comienzo del partido eran un preaviso que el Madrid iba a sufrir para marcar al Atlético hasta el final. A partir de ese momento el espectáculo de Javier Hernández empezó a tomar forma, el mexicano estuvo peleando cada minuto balones y más balones durante todo el encuentro, sirvió como referencia constante para sus compañeros, se dejó el alma en el campo, demostró lo que significa ser un verdadero futbolista, tuvo numerosas ocasiones e incluso un mano a mano con Oblak, de lo mejorcito de la noche en el equipo rojiblanco y un muro para los hombres de Ancelotti.
Ese minuto 88 será recordado por todos los madridistas, por acercarnos otra vez ese sueño de la final de Champions. Cristiano asistió a Chicharito para que éste anotara a puerta vacía y para que el Bernabéu rugiera. Un minuto después se tuvo que retirar del terreno de juego por molestias en los gemelos y lo que más nos emocionó fue verle en el banquillo sin poder parar de llorar por haber podido lograr uno de los tantos más importantes tras una temporada dura, en la que prácticamente no había gozado de minutos.
A la espera de nuestro rival en semifinales, el Bernabéu despidió al héroe de su noche puesto en pie y coreando su nombre. El Madrid más revolucionario que como Pancho Villa nos dejó esta cita «¡Viva México Cabrones!
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