Un Castilla muy superior se deja dos puntos en casa en un encuentro que acabó dominando de cabo a rabo.
Redacción: Sergio Hervàs-LaTribunamadridista.com/Imàgenes: realmadrid.com
Se respiraba ambiente de partido grande en las inmediaciones del Di Stéfano, el blanco y el verde tiñeron las gradas del feudo madridista. No era para menos teniendo en cuenta que en esta jornada 7 de la Primera RFEF se enfrentaban uno de los principales favoritos de la competición y el filial de todo un Real Madrid.
Las alineaciones
Comenzando por el conjunto local, Raúl González alineó a su once tipo para tratar de dar la sorpresa ante un Córdoba que venía de perder sus tres primeros puntos ante el Sanse. Así pues, el técnico madrileño comenzó con De Luis bajo palos; línea de cuatro para Vinicius Tobías en el lateral derecho, Rafa Marín y Edgar en el centro de la zaga, y Marvel en el carril izquierdo; en la sala de máquinas, Mario Martín escoltó como pivote a una línea de tres formada por Peter en el costado izquierdo, Dotor en el eje y Álvaro en el interior diestro; finalmente, la dupla ofensiva la formaron Iker Bravo y Sergio Arribas.
En el lado opuesto, C. Marín, José Ruiz, Calderón, Jorge, Gudelj, Simo, Kike Márquez, A. Casas, Javi Flores, Diarra y Carracedo fueron los once elegidos por Germán Crespo para tratar de devolver al Córdoba a la senda de la victoria.
Una obra de arte decantó la primera en favor de los visitantes
El gran partido de la jornada 7 de Primera RFEF entre madrileños y cordobeses comenzó con un toma y daca entre sendos conjuntos. Ambos comenzaron el encuentro con la consigna evidente de salir desde el inicio a por los tres puntos. Tanto fue así que, en los primeros diez minutos ya se habían producido al menos un par de llegadas de los dos equipos.
No obstante, el paso de los minutos hizo al Castilla claro dominador del choque. Los muchachos de Raúl optaron por guardarse las espaldas con balón, es decir, trataron de controlar el partido teniendo el balón y, a partir de ahí, crear peligro a través de posesiones largas o despistes en la zaga rival. Por su parte, el conjunto visitante optó por formar un bloque muy compacto en tres cuartos, dejar que el filial blanco tocase en zonas en las que no creaban gran peligro, intentar robar en la medular y hostigar la meta defendida por De Luis a base de contragolpes.
Mario De Luis resultó providencial durante la primera media hora de juego, ya que dos intervenciones de gran calibre suyas mantuvieron al Castilla con vida y permitieron que el conjunto madridista llegara con opciones a la conclusión del primer tiempo. El Córdoba, hasta ese momento, gozó de las mejores ocasiones, aunque con un menor porcentaje de posesión.
Dotor puso las tablas en una gran segunda parte del Castilla
Así pues, el partido mantuvo la tónica general mencionada anteriormente hasta el minuto 25. Un despeje de la zaga madridista cayó volado a Casas que no dudó en probar suerte y enganchar una volea que, sin duda, se convirtió en el gol del partido y, muy posiblemente, de la jornada. El futbolista visitante puso el esférico en la misma escuadra, imposibilitando que De Luis, héroe hasta el momento, volviese a salvar los muebles del conjunto merengue. De este modo se llegó el fin de la primera parte, un Real Madrid Castilla con la sensación de no haber merecido marcharse al túnel de vestuarios por detrás en el luminoso; y un Córdoba con las cosas muy a favor para hacerse con los tres puntos en esta séptima jornada.
Los segundos 45 minutos comenzaron siguiendo con la misma tónica del primer tiempo. El Real Madrid se convirtió en dueño y señor del balón; mientras que el Córdoba aguardaba sus oportunidades a la contra.
Tal fue el dominio de los blancos que, en el minuto 64, tras la entrada de Álvaro González que revolucionó por completo el partido y metió una marcha más a los suyos, el cuadro local logró anotar el tanto del empate tras una acción a balón parado. El capitán madridista, Carlos Dotor, fue el encargado de mandar el esférico al fondo de las mallas y subir las tablas al luminoso.
A partir del empate merengue, el equipo se vino arriba y trató por todos los medios de marcar el segundo para que los tres puntos se quedaran en casa. Sin embargo, la poca efectividad de los atacantes madridistas y la gran zaga cordobesa imposibilitaron la victoria del Castilla. Así pues, los tres pitidos del colegiado dieron por concluido un encuentro. Reparto de puntos en el Di Stéfano que supieron a poco a canteranos blancos que, tras una gran segunda parte, creyeron merecer más en el encuentro.