Doncic recogió el trofeo de MVP de octubre en la antesala de un partido que arrancó con un Real Madrid muy sólido y sin concesiones. A partir de la defensa, con un gran trabajo de Campazzo sobre McCallum y la intimidación de Tavares, los blancos dominaron un primer cuarto en el que dejaron en 12 puntos al Unicaja (19-12, min. 10).
El foco en la defensa
El conjunto dirigido por Laso, que tuvo que hacer otro encaje de bolillos en la pintura para suplir la baja de Randolph (con Maciulis y Tavares de inicio), estaba metido en el partido. El ataque funcionaba a la perfección, paciente y encontrando las mejores opciones. Doncic asistiendo (6) y Rudy anotando (8 de sus 11 puntos fueron en el segundo cuarto). Y sin despistarse en el aspecto defensivo, donde controlaron el temido rebote ofensivo visitante. Se tradujo en la máxima con el 38-22 en el minuto 18. Díaz y McCallum fueron los únicos que inquietaron algo a los blancos, que volvieron a firmar un gran cuarto en defensa (40-27, min. 20)
El Madrid rompió el partido tras la reanudación. Un 7-0 de parcial en los primeros minutos del tercer cuarto avisaba de que los blancos estaban con mucha hambre. Doncic se adueñó del ritmo de juego. Se fue al banquillo con 13 puntos y 10 rebotes. Todos aportaban. Carroll los puntos, Taylor el espectáculo en su partido 150 con la camiseta del Real Madrid y no importó la cuarta de Tavares (que había secado a Shermadini). La defensa seguía aumentando su nivel cuarto a cuarto. Esta vez, solo permitió 11 puntos a su rival (62-38, min. 30).
Triunfo incontestable
No hubo más historia que la que escribió el Real Madrid. Continuó con la sexta marcha tanto en defensa como en ataque. Carroll seguía con la muñeca caliente y se fue a los 17 puntos en el cuarto más ofensivo del equipo local, que acabaría con 29. La diferencia final se quedó en +32, firmando su mejor actuación defensiva desde la 2013/14. El Madrid está de vuelta y a lo grande con su quinta victoria (89-57, min. 40).