Por María Luz Domínguez – Palacio de los Deportes (Madrid)
Noche de Reyes del Baloncesto, noche de exhibición de juego de dos clubes grandes que suman 16 euroligas, noche de los dos últimos campeones de Europa que no defraudaron. El Real Madrid ganó por 95 a 85 ante el CSKA de Moscú. Un encuentro complicado donde los de Laso exhibieron su mejor juego con Maciulis y sobretodo Llull como líderes del triunfo. Partido de alto nivel en el que lo único que no estuvo a la altura fue el arbitraje.
Ante un Palacio con todas las entradas agotadas el Madrid comenzó el partido mandando, muy concentrado y sabiendo que tenía que dar lo mejor de sí mismo si quería llevarse el triunfo. Con un quinteto de músculo y altura comandado por Reyes y Ayón el Madrid se puso arriba en el marcador con una máxima diferencia de hasta 7 puntos. No tardó en reaccionar CSKA, Teodosic y Hines afinaban puntería para irse levemente por delante al final del primer cuarto (23-24). Los dos equipos máximos anotadores de esta Euroliga dejaron muestra de ello, con un intercambio de canastas en el segundo periodo. Ninguno de los dos equipos conseguía abrir brecha en el luminoso. CSKA dominaba la anotación en la pintura, hasta un 76% de sus puntos en la primera parte llegaron con las canastas de debajo del aro. Los blancos seguían muy activos, con un gran Maciulis desde el 6,75. En los últimos minutos del segundo cuarto el Madrid dominaba el partido pero las decisiones arbitrales ayudaban a que el equipo ruso se acercase en el marcador al descanso (50-46).
El tercer cuarto fue de nuevo una lucha constante entre los dos equipos. De Colo tiraba del CSKA y daba respuesta a las canastas del Madrid. Los blancos trabajaban bien en defensa con un gran Ayón pero en ataque el Madrid cometía numerosas faltas lo que le hacía desperdiciar hasta tres jugadas. Llull dirigía el juego madridista y el Madrid se ponía ligeramente por delante al final del tercer periodo (74-70). El último periodo fue el culmen de la fiesta blanca. El Madrid siguió apretando en defensa pero el CSKA solventaba sus ataques sumando puntos. Un triple de Khyrapa ajustaba el marcador a tres minutos del final 87 – 85. Apareció entonces el rey mago Llull para finiquitar el partido y liderar al Madrid con un 8-0 de parcial para los blancos. El Palacio disfrutaba y el Madrid se llevaba la victoria ante el actual campeón. (95-85)