Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla-Abel Alaminos-Pedro Cánovas/ LaNocheDelDeporteEspañolTV-deporteolimpico.net-blogolimpico.com/ Imágenes: gimnastas.net
Todo campeón olímpico siempre quiere al menos igualar la marca lograda cuatro años antes pero además, sí hay cuentas pendientes y en el caso de Gervasio Deferr las había no con el Salto pero si en el Suelo, donde Gervi tenía una cuenta pendiente y quería ser metal olímpico en Atenas 2004.
Y de hecho, comenzó el ciclo olímpico a la perfección, segundo lugar en el mundial de 2002 como hizo en el Mundial de Tianjin en 1999 y en el campeonato de Europa de Bremen 2000. Además, conquistó la Copa del Mundo en 2003 pero todo lo que se ganó en el tatami lo perdió fuera de él, locuras de juventud y salidas nocturnas que le llevaron a ser consumidor de cannabis, droga juvenil con la que no se mejora el rendimiento pero que es claramente un doping. Como conclusión, descalificación y éxitos lapidados y retirados de su palmarés.
A todo ello, se unió una de las peores desgracias que le pudieron ocurrir a un ser humano, la muerte en un trágico accidente de tráfico de su hermano.
Y llegaron los Juegos de Atenas y el deseo sobre todo, de brindar al cielo, a su hermano, una medalla olímpica en suelo. Sin embargo, una vez más, en la final del suelo, dos leves imperfecciones y una falta de altura y posterior remate en el suelo de una de las piruetas y un cuarto puesto que le privaba de la medalla, sin duda, todo un karma con el suelo.
A pesar de todo quedaba como en Sídney 2000 el Salto y ahí nuestro Gervi tampoco fallaría. Eligió dos saltos no muy complicados pero si necesarios de ejecutar a la perfección para lograr el Oro y como hace cuatro años, lo hizo. Primero un Yurchenko (rondada y entrada de espaldas sobre el caballo), casi perfecto,sólo una pequeña desviación de un paso extra con la pierna derecha y segundo, un Tsukahara (entrada de cara y apoyo lateral de las manos, aterrizando de espaldas al podio).
Y lo hizo y se colocó líder antes de que el rumano Marian Dragulescu saltase. El primero fue perfecto, una paloma seguida de un doble mortal, el mejor salto de la final pero el segundo salto condenó a Marian que quiso ejecutar el segundo salto de Gervi pero falló al aterrizar dando el Oro al español que otra vez tropezaba en el suelo pero lo compensaba de sobra con el Salto donde por segunda olimpiada consecutiva era CAMPEÓN OLÍMPICO, una medalla por supuesto, dedicada al cielo donde su hermano a buen seguro, le aplaudía.