Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla-Abel Alaminos-Pedro Cánovas/LaNocheDelDeporteEspañolTV-deporteolímpico.net-blogolímpico.com/ Imágenes: marca.com
Si en la medalla anterior, Arantxa era favorita a estar en otra final con la alemana Steffi Graf, la medalla número 42 de la historia del olimpismo, el Bronce de Javier García Chico en Salto de Pértiga, no estaba en las quinielas.
Sin embargo y al igual que ocurrió con los Arqueros de Oro que lograron la medalla de Oro en Tiro con Arco por Equipos, estas olimpiadas de Barcelona 92 eran las olimpiadas de España y como si fuese la historia de un cuento con final feliz, casi en la mayoría de las 22 medallas logradas en aquel verano de Barcelona por nuestros y nuestras deportistas, el cuento terminaba en ese final feliz.
Y así ocurrió con una medalla, a priori, inesperada, la medalla de García Chico, en un Atletismo que en la modalidad de Salto de Pértiga tenía un descarado favorito al Oro, el saltador por el Equipo Unificado y el Plusmarquista Mundial, Sergei Bubka, Oro Olímpico, tres campeonatos del Mundo al Aire Libre, campeón de Europa, tres campeonatos de Europa en “indoor” y un récord del Mundo en 6,13.
Lógicamente, Javier no estaba en las quinielas ya que con Bukka con el Oro cuasi asegurado, el estadounidense Kory Tarpenning y los saltadores, también del Equipo Unificado, otrora URSS, Maxim Tarasov e Igor Trandenkov se repartirían las medallas.
Y ocurrió lo inesperado, lo que hace mágico ese Cuento de Hadas que fue Barcelona 92. Bukka no logró pasar los 5,75 y cayó eliminado tras tres derribos ante el estupor del Estadio Olímpico de Montjuit, una eliminación que dejaba a García Chico las posibilidades de colarse entre esa terna de candidatos al podio.
Manejando los nervios, logró superar la clasificación de 5,55 y meterse en la final donde saltó 5,40 5,60 y 5,70, además, este al primer intento y se metió de lleno en la pomada por las medallas.
Y como estaba pasando en cada una de esas medallas donde los españoles podrían subir al podio, el público enloqueció en ese instante y se enchufó a la prueba. Un solo salto más, 5,75, este a la segunda daba un más que Bronce-Dorado por detrás de Tarasov y Trandenkov, a Javier García Chico que celebró dicha hazaña dando un mortal hacia atrás en la colchoneta. Sin duda y tal y como reconoció Chico tras la medalla había realizado el mejor salto de su carrera.