Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Fue en un Betis-Girondins de la UEFA 95-96.
Fue el año de su eclosión futbolística.
Han pasado muchos años, casi 19. Prácticamente dos décadas. Zidane, con 23 primaveras, era por entonces un prometedor jugador del modesto pero pujante Girondins de Burdeos. Tenía pelo, vestía de azulgrana, con el ‘7’ a la espalda, la publicidad de Alain Afflelou en el pecho y unas Asics en sus pies. Así se presentó el 6 de diciembre de 1995 en el Benito Villamarín.
Este sábado regresará al estadio heliopolitano, pero no pasará del área técnica. Y seguramente recuerde, porque nunca lo ha olvidado, aquella volea magistral con la zurda que valió medio billete para los cuartos de final de la UEFA 95-96. Los galos, dirigidos por Slavo Muslin, llegaban con un 2-0 de la ida. Y en el minuto 4, le cayó un balón muerto a Zidane a unos 45 metros de la portería. Sin siquiera controlar, soltó un zurdazo con una parábola que fue imposible de detener para Pedro Jaro.
Así lo recordaba Zizou hace años: «Habíamos ganado en casa y sabíamos que iba a haber un gran ambiente y que jugaríamos ante 40.000 espectadores. Iba a ser duro, pero tuvimos la suerte de marcar rápido. ¿El gol? Recuerdo que el portero sacó en largo y que Bancarel intentó tocar de cabeza. El balón salió desviado y me llegó a mí. Todo fue muy rápido. Tenía la impresión de que el portero estaba adelantado, dejé que botara y me cayó en la pierna izquierda. Nunca tiro con la zurda pero le pegué, y recuerdo que salió muy alta, desde 40 metros más o menos. Luego perdimos 2-1 y sufrimos, pero nos clasificamos. Un gol así no se olvida jamás».
El Betis quiso ficharlo después de su exhibición, pero recuerdan en Sevilla que ya tenía un preacuerdo con la Juventus. Johan Cruyff también se lo pidió a Núñez para el Barça, lo que fue motivo de desencuentro antes de su despido. Pero su futuro era bianconero.
Aquella temporada, Zinedine llevó al Girondins, en el que también jugaban Dugarry y Lizarazu, a la final de la UEFA tras eliminar al Milan en cuartos (remontando un 2-0) y al Slavia de Praga en semis. El Bayern fue campeón con un global de 5-1.
Tras ese curso, Zidane llegó a la Juventus. Y cinco temporadas después al Madrid. Pero aquel gol no se olvida.