Zidane reunió ayer a 24 jugadores en Valdebebas para mostrar su preocupación tras el partido del sábado. El entrenador blanco mostró su indignación por perder un liderato que estaba bien apuntalado. Aunque con su tono tranquilo y conciliador de siempre dejó claro su malestar y espera que el equipo cambie para lo que queda de competición. «No podemos jugar así, sin ninguna intensidad, nos estamos jugando todo, nuestro futuro».
Hizo especial hincapié en la alineación de seis jugadores que trabajaron con él dos semanas consecutivas. El francés confiaba en ellos ya que no tenían el desgaste de las selecciones, pero aun así no funcionaron. Estos eran Marcelo, Isco, Nacho, Lucas, Vinicius y Benzema, jugadores que, junto al resto del equipo, no dominaron ni presionaron e incluso no llegaron siquiera al ataque. Ante esta situación, el entrenador trató de levantar el partido en el intermedio cambiando su alineación y sentando a Isco, Lucas, Modric y a Ramos por su lesión de rodilla.
De cualquier manera, Zidane quiso buscar le lado positivo a la situación y explicó que había notado como la derrota había asustado a sus futbolistas y lo comparaba con la que sufrieron hace justamente un año contra el Mallorca, que supuso un punto de inflexión para el equipo blanco y finalmente consiguieron hacerse con la Supercopa de España y la Liga.
Además, el marsellés reflexionaba sobre que es mucho mejor que la caída se haya producido ahora, con todo por decidir, y no en un tiempo. Zidane ha dado un voto de confianza y está seguro que esta derrota hará que los jugadores reaccionen y vuelvan con ganas al césped, no solo para ganar la competición, sino para asegurarse su propio futuro, ya que algunos jugadores como Ramos renovarán sin ningún tipo de problema, pero otros como Lucas o Modric acaban su contrato en junio.