Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
Por fin apareció Villar en escena. Lo hizo a su manera, pues donde debía aportar una solución lo que hizo fue crear un nuevo problema.
El presidente de la Federación de Fútbol, criticado sobradamente por su gestión en la problemática de los ultras, ha personalizado su batalla en la figura de Miguel Cardenal, al que quiere apartar del fútbol, y para ello ha creado una nueva ‘Comisión de Trabajo’ contra la violencia en la que no hay representación fuera de la RFEF. Se recrudece la guerra Villar-Cardenal, o lo que es lo mismo FEF-CSD.
La reunión de la Comisión Delegada de ayer tarde debía aprobar las medidas anti-ultras anunciadas por el CSD y la LFP. Villar aprovechó para colar en la reunión el nacimiento, con carácter de urgencia, de un órgano similar a la ya existente Comisión Antiviolencia, que depende del CSD. Precisamente, en esta nueva Comisión de Trabajo el que se queda fuera es el CSD. Según la propia FEF, “esta comisión estará integrada en su totalidad por personas pertenecientes exclusivamente al fútbol español, y en ella estarán representados todos los estamentos federativos. El objetivo de dicha Comisión será el de profundizar en el actual ordenamiento jurídico contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia”.
Villar, en cambio, sí ha invitado a la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) y al colectivo de entrenadores para que estén representados en esa nueva Comisión.
Es decir, en adelante habrá dos entes para regular lo mismo, la Comisión Antiviolencia y la Comisión de Trabajo.
En la reunión de ayer se debía aprobar la batería de medidas anti-ultras (entre diez y once) pactadas a principios de mes por el CSD y LFP. Villar lo hizo, pero a su manera. Precisó que la mayoría de esas medidas ya existían en el Código Disciplinario de la FEF. Hizo constar que “las medidas acordadas entre distintos estamentos del deporte español ya existen, en su mayoría”, aunque sí incorpora ahora la posibilidad de clausurar de forma parcial los estadios e introduce la figura de un oficial en materia de seguridad nombrado por la propia Federación.
En realidad no queda realmente claro cuántas medidas fueron aprobadas, pues no se especifica ni se han remitido los artículos a la LFP o al CSD. Sí se sabe que estuvieron debatiendo largamente el cierre parcial de gradas por insultos, que finalmente fue aprobado.
El CSD no hizo anoche declaración oficial, pero se dio por satisfecho con la aprobación del cierre parcial de los estadios. Javier Tebas, presidente de la LFP, sí opinó. “Se ha avanzado con las reformas, pero hay que mejorarlas. No es lo que quería exactamente la LFP. En cuanto a la Comisión de Trabajo sin el CSD no nos parece lo más lógico. Estamos ante un problema de orden público y el Estado debe estar presente. Al final es el CSD el que aprueba las reformas de los reglamentos”.
LFP y FEF discrepan en dos puntos. La Federación, en caso de insultos, aboga para que la primera vez la clausura sea parcial, pero que si se reincide, el cierre sea de todo el estadio. Por contra, la LFP propone que “los cierres sean progresivos pero siempre sobre esa grada en concreto, no de todo el estadio”.
Respecto al oficial de Seguridad, la FEF quiere que sea nombrado por ella, pero que lo paguen los clubes; es decir, la LFP.