Redacción: LaTribunaMadridista.com/ Imágenes: realmadrid.com
En color y tras 32 años sin ganar la Copa de Europa y llegar a una nueva final, 27 de Mayo de 1981 en París ante el Liverpool (1-0), el Real Madrid de Suker, Mijatovic, Raúl, Roberto Carlos, Redondo, Seedorf o Karembeu llegaba a la final ante el cuadro bionconero de la Juve, una Juve más que favorita con Zidane, Davids, Deschamps o Inzaghi, en el equipo, un equipo que logró la Orejona en 1996 ante el Ajax, por penaltis y quedó subcampeón en 1997 ante el Dortmund alemán.
En el camino a aquella final, el Real Madrid, muy mal en Liga pero soberbio en Champions derrotó en Cuartos a los alemanes del Leverkusen, con dos goles en la eliminatoria de Karembeu, el fichaje peleado y deseado por Lorenzo Sanz con el eterno rival, el Barcelona y en las semis al campeón, el Dortmund, con aquella famosa historia de la portería caída en el fondo Sur en la ida de dicha eliminatoria, un partido que comenzó dos horas después tras traer una portería de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, una Uefa que como siempre, intentaba en los despachos eliminar a un Real Madrid, intratable en la máxima competición continental.
Ya en la final, el Real Madrid derrotaba a la Juve por (1-0), gol de Mijatovic en el 66, una jugada imborrable que nació de un saque de banda entre Panucci y Seedorf cuyo centro del primero al segundo palo, no enganchó Raúl aunque sí, Roberto Carlos que tras reventarla con la zurda, el balón quedó muerto tras estrellarse en la defensa juventina, un balón suelto que capturó Mijatovic para driblar al meta Peruzzi y ponerla en la escuadra izquierda del marco juventino. Estallido de alegría, la 7ª llegaba 32 años después, con el héroe Mijatovic y todo el madridismo rendido el mismo, en el Amsterdam Arena.
¡A por la 14ª!… ¡Hala Madrid Y Nada Más!…