Raphael Varane no ha comenzado con buen pie la Champions. El jugador del Real Madrid ya encadena dos partidos negros en una competición en la que se suele lucir. El primero fue el pasado agosto contra el Manchester, en el que el jugador no estuvo al nivel al que tiene acostumbrados a sus seguidores. Varane protagonizó dos errores bastante graves que propiciaron los dos tantos del Manchester City y la eliminación de los blancos de la competición en octavos.
Ayer, por otro lado, debía ser el líder en defensa sin Ramos, pero la verdad es que la ausencia del capitán y el bajo rendimiento del jugador hicieron que fuera uno de los señalados de la noche. Uno de estos fallos se produjo cuando Varane desvió lejos del alcance de Courtois un rechace que amenazaba con llegar fácilmente a Deitinho. Para evitarlo, el galo golpeó antes sin dirigir bien el despeje y acabó con el balón en su propia portería.
El otro defensa que trato de impedir los tantos del Shakhtar fue Militao, que tampoco ofreció garantías y permitió varias entradas de los delanteros del equipo contrario.