¡Hasta el final, vamos Real!, exclamaban las miles de cartulinas con las que recibió el Palacio a su equipo, sabedor de la importancia de este segundo partido. El buen inicio blanco, con seis puntos de Taylor (12-9, min. 3), fue cortado por un Baskonia muy inspirado en el triple. Sus seis de ocho en el primer cuarto, con tres seguidos de Janning, y con Poirier ganando la partida en la pintura (9), los vitorianos abrieron una brecha de +11 con el 22-33 en el minuto 9, ayudado también por la técnica a Campazzo. Sin rebote en ataque, el Real Madrid no conseguía seguir el ritmo ofensivo de su rival. Los dos equipos dejaron el cuarto inicial más ofensivo de una final con 61 puntos.
Reacción desde la defensa
Todo cambió con la salida de Ayón y Thompkins. Los locales ganaron en agresividad y contundencia cerca del aro. El mexicano anuló a Poirier y la línea exterior paró la sangría de tres puntos. Doncic, Rudy y, en especial, un gran Thompkins (11 puntos en los mismos minutos) lideraron la remontada. Primero con un parcial de 10-0 entre el primer y segundo acto, que fue engordando hasta un 19-7 que permitió a los blancos ponerse por delante 43-40 en el 16´. De ahí al descanso fue un intercambio de golpes. Janning se iba a cinco triples sin fallo y con la ayuda de Huertas y Vildoza contrarrestaban el enorme trabajo de Reyes que, con siete puntos, ya se había convertido en el quinto máximo anotador en la historia de la ACB. 52-52 al descanso.
La salida madridista tras el descanso fue definitiva. Con Tavares como eje defensivo ahuyentando de la zona a sus pares (tres tapones), el Real Madrid encontró su ritmo ideal. Rebote, correr y ejecutar. Es lo que hizo. Cerró su aro e impidió a Janning anotar. Ni rastro del Baskonia, que vio como los blancos les endosaban un 21-5 en ocho minutos, con Doncic como referente en ataque, para alcanzar los 20 de ventaja (77-57, min. 28) en un tercer cuarto sensacional que concluyó con un 31-13 de parcial y 83-65 en el marcador.
Solidez blanca
Los de Pedro Martínez intentaron volver al partido en el último cuarto pero el conjunto blanco supo administrar la cómoda renta, siempre superior a la decena, en parte gracias a una gran superioridad en el rebote. En ataque se bastó Carroll, con dos triples seguidos y ocho puntos en este periodo, para dejar claro que no iban a tropezar dos veces con la misma piedra. Punto y final. El Real Madrid viajará a Vitoria con buenas sensaciones tras su gran actuación, en la que se quedó a dos puntos de los 100 (98-91, min. 40).