Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
La Jesemanía se ha desatado entre el madridismo. El atacante canario ha cumplido prácticamente un mes instalado entre los imprescindibles del Real Madrid. Desde que apareció en El Sadar con 2-2 para jugar los minutos finales, el hijo del señor Rodríguez, como le bautizó Mourinho, ha jugado los últimos cinco partidos del Real Madrid de manera consecutiva, seis si incluimos el amistoso contra el PSG en Qatar.
Hasta que el pasado jueves le llegó la ansiada titularidad. Apareció por el Bernabéu como si hubiera jugado toda la vida ante 60.000 aficionados. Se le vio natural, integrado en la dinámica del equipo, sin el aire del recién llegado que todavía emana el propio Bale.
El primer gol ante su afición -le tenía inquieto no haberse estrenado en partido oficial en Chamartín- le acercó al cielo de Madrid, aupado por Arbeloa, que le regaló elogios tras el partido y ayer nuevamente en las redes sociales: «¡Partidazo ayer de Jesecito!». Su compañero Illarra declaró: «Está con ganas y entrenando muy duro. Cada vez tiene más protagonismo».
El Buitre, a sus pies
El talento insular colecciona piropos desde las bases hasta la cúpula del madridismo. La afición le arropó con una calurosa ovación cuando se retiró cojeando y acalambrado.
En el antepalco, Butragueño se sumó a su legión de admiradores, que cada vez es más numerosa: «Está en un momento sensacional y cuando coge el balón parece que algo va a suceder. Tiene que hacer méritos y cada partido demuestra que puede ser gran jugador. Debe demostrar que puede ser titular, pero cuando juegas en el Madrid debes examinarte cada día».
Ancelotti habló ayer de él en RNE. «Jesé tiene talento, lo lleva en la genética. Necesita trabajar y comprender que para jugar a un nivel alto necesita ser profesional». El italiano y Zidane van despacio con él.
El propio jugador también se pronunció ayer en las redes sociales. Primero colgó una foto de la celebración con Arbeloa añadiendo que «una imagen vale más que mil palabras», a lo que el lateral contestó «grande Big Flow», en referencia a su grupo musical. Y más tarde el propio Jesé escribió: «Detrás de los sueños hay esfuerzos que la gente no ve».