Caras muy largas, silencio y tensión; este era el ambiente que respiraba el vestuario de Valdebebas tras la derrota ante el Shakhtar.
Durante el primer tiempo se preveía una derrota catastrófica del equipo blanco, la cual mejoró en el segundo, pero el resultado del Real Madrid no fue suficiente.
Como es costumbre, Florentino Pérez bajó al vestuario para ver a los jugadores. Fue una visita corta y de pocas palabras. La ausencia de público aumentó el ambiente de tensión.
Zidane ha asumido su culpa después de repetirse el mal juego que tuvieron ante el Cádiz, a partir de ahí se reparten las responsabilidades entre jugadores y técnico. La derrota ante el Shakhtar sin duda ha multiplicado la tensión alrededor del equipo y técnico.
Ahora el Real Madrid está concentrado para el encuentro contra el Barcelona, el cual marcará lo que haya en juego ante el equipo alemán el próximo martes.