REDACCIÓN: AMELIA DIOSDADO – BLOG BERNABÉU MINUTO 90
Todos los días recibo al fracaso con naturalidad.
Quien viene a mi despacho es porque tiene un problema matrimonial.
«Fue culpa de mi suegra» o «mi marido no hacía nada», son algunas de las frases habituales.
Después de un fracaso o crisis matrimonial sólo hay dos aptitudes posibles: analizar los errores pasados y actuar, para conseguir que todo mejore, o… hablar.
Asúmelo: tu suegra no va a cambiar.
Asúmelo: ¿por qué motivo crees que obtendrás resultados distintos de tu pareja/vida, haciendo tú siempre lo mismo?.
¿Qué tiene que ver un problema matrimonial con el fútbol?: muchísimo.
Podemos echar la culpa al árbitro, a la falta de implicación de un jugador, o a cualquier otra circunstancia. Y puede que tengamos razón al hacerlo.
Pero la pregunta fundamental es: ¿qué estás dispuesto a hacer para cambiar el resultado, a pesar de las circunstancias en contra?.
Te cito una frase de Nadal, que me impresionó profundamente, en la final de Roland Garros de 2013 (cuando después de 1 año sin competir por culpa de una lesión, todos le daban por retirado). «Si crees que no puedes mejorar es que no sabes nada de la vida».
Y una frase mía:
«Si vives en la selva…, espabílate».
LA FELICITACIÓN es para los que afronten el día de hoy dispuestos a trabajar en el éxito futuro.
EL LIBRO recomendado es «La novela del matrimonio». Unas 50 hojas magistrales de Tolstoi.
Y UNA CANCIÓN: