Redacción: Luis Alberto Reyes-La Tribuna Madridista
El jugador más grande que hasta la fecha ha vestido la camiseta del Real Madrid, Don Alfredo Di Stéfano, ha fallecido esta tarde en Madrid a los 88 años de edad a consecuencia de su delicado estado de salud tras sufrir un infarto el pasado sábado cerca del estadio Santiago Bernabéu. El mundo del deporte y todo el madridismo, lloramos por la muerte del mejor jugador de todos los tiempos.
Si, así de rotundo hay que afirmarlo, ya que es el más decisivo en los 112 años de historia del Real Madrid y por todos es sabido que el Madrid es el más grande del fútbol. Y eso no es una opinión, es un dato. El club blanco sólo había ganado dos Ligas hasta 1953 y, a partir de entonces, en los once años (53 a 64) que vistió la camiseta madridista consiguió ocho títulos de Liga, 5 Champions, una Copa Intercontinental, 2 Copas del Rey y 2 Copas Latinas. Además, la ‘Saeta Rubia’ ha sido el único jugador en la historia del fútbol en marcar en 5 finales de Champions consecutivas, además de lograr dos balones de oro, un super balón de oro y 5 pichichis.
Como seguidor joven de este equipo (26 años) lamento mucho no poder ofrecer datos que haya podido presenciar en directo y tan sólo poder tener los recuerdos de los vídeos y demás, pero el sentimiento de que este señor hizo grande a este club al que tanto amo, es un hecho y creo que todos los madridistas lo tenemos por igual.
Se nos va la saeta, un jugador único e irrepetible. 396 partidos oficiales con la zamarra merengue para un total de 308 tantos, un dato sólo superado por el gran Raúl y que volveremos a recordar cuando otro grande como Cristiano Ronaldo le supere.
Desde su primer tanto oficial el día de su debut liguero frente al Racing (4-2) el 27/09/53, fue presentado el día 22 y debutó el 23 en un amistoso contra en Nancy, donde también marcó un tanto, hasta el último tanto el 17/05/64 frente a la Real Sociedad (1-0). Los que le recordarán hoy contarán miles de anécdotas, los que no pudimos verle, visionaremos miles de archivos.
Los grandes dejan huella, el lo era. Muchas gracias por todo Don Alfredo
DEP