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Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla/LaTribunaMadridista.com / Imágenes: @marca.com
Se cumplen 22 años de aquel maravilloso e imborrable 1 de Diciembre de 1998, al igual que hoy era un martes y algunos cursábamos 2 E.G.B., la actual 4ª de E.S.O. , con el Real Madrid, vigente campeón de Europa, la célebre 7ª Copa de Europa meses atrás lograda en el Amsterdam Arena con gol de Mijatovic a la Juventus (1-0), 32 años después y tras 3 finales disputadas desde entonces, la Copa de Europa era madridista.
Como campeón de Europa, el Real Madrid se medía al campeón de sudamérica, la Copa Libertadores y el VAsco Da Gama brasileño era el rival. Un partido de máxima igualdad que abrió la lata, Roberto Carlos, también marcaría dos años después en la final del 2000 que fue para Boca Juniors (2-1), la última final intercontinental perdida desde entonces por el Real Madrid.
El gol del mejor lateral izquierdo que ha dado el fútbol, no sólo el Real Madrid, tuvo su réplica en la segunda mitad donde los primeros veinte minutos fueron para los brasileños volcados en busca del empate, un empate que llegaría por medio de Juninho Pernambucano, posteriormente, jugador del Olympique de Lyon años después, igualando a uno el choque con un Madrid que había perdido el control del partido.
Sin embargo, los grandes futbolistas aparecen siempre, en los grandes momentos y como dice mi padre, » a los buenos no se les debe quitar nunca» y por supuesto, si ese bueno se llamaba Raúl González Blanco y era una de las estrellas de aquel Real Madrid de Roberto Carlos, Redondo, Seedorf, Karembeu, Suker, Morientes o Mijatovic, razón de más peso.
Minuto 83′, diagonal de Seedorf, Raúl, al borde del área y tras tirar el desmarque, pinchas el balón, dribla al primer defensor con un recorte espectacular, amago con irse a un lado pero rápidamente gira la cadera y se cambia el balón a la diestra sentando al meta Carlos Germano y al ex madridista que fracasó en el cuadro merengue, apenas jugó dos partidos en la 93/94, Claudemir Vitor y a puerta vacía con los tres jugadores rivales en el suelo, con la diestra, con la menos buena hace el (2-1), antológico, el famoso «aguanís» como lo bautizó su padre, a un gol que Raúl hacía ya en Infantiles en el Atlético de Madrid y que ese día le terminó de encumbrar ante el planeta entero, un Raúl que ganaba su primera Intercontinental con el Madrid, la segunda de la historia del club, la segunda de las tres que ganaríamos que sumados a los cuatro mundialitos de clubes nos convierten con 7, también, en el club del mundo más laureado en torneos internacionales, la II Intercontinental, la del «aguanís» de Raúl cumple hoy 22 años.
¡RAÚL, RAÚL, RAÚL, RAÚL!.. ¡HALA MADRID Y NADA MÁS!…