Se cumplen 20 años del Aguanís de Raúl González Blanco en la II Intercontinental madridista (1998)

Redacción: Latribunamadridista.com/ Imágenes: realmadrid.com

La cita fue un martes 1 de Diciembre de 1998, muchos como el que les escribe, estudiaba 2º B.UP. ( mi generación fue la última del B.U.P. y C.O.U) y ese día nos tuvimos que saltar algunas clases, en mi caso, incluso un examen de Inglés que me costó recuperar dicha asignatura al año siguiente y sin una profesora antideportivamente, como la que me tocó desgraciadamente.

Sin embargo, ese día era la primera Intercontinental que los ochenteros veíamos, sólo unos meses después de ver al Real Madrid, por primera vez, CAMPEÓN DE EUROPA, la imborrable 7ª con gol de Mijatovic, un miércoles 20 de mayo de 1998, a la Juventus en el «Amsterdam Arena». La cita era a las 11:00 horas ante el Vasco Da Gama brasileño y el Real Madrid con dos Intercontinentales jugadas, ganada la primera en 1960 ante el Peñarol y perdida ola segunda en 1966, también ante dicho equipo uruguayo, buscaba su segundo título, el primero además, en color, de un equipazo liderado por Suker, Mijatovic, Seedofrd, Redondo, Roberto Carlos y sobre todo, un jovencísimo pero con enorme experiencia, Raúl González Blanco, a la postre, MVP de aquella final con un goalzo, el aguanís, que nos daba el título ante el equipo sudamericano.

Los blancos golpearon primero, por medio de Roberto Carlos que tras disparar a portería y tocar en el defensa Nasa, el balón se coló en las redes enemigas (1-0), resultado con el que finalizaría la primera mitad.

En la segunda parte, un golazo de Juninho empató el encuentro (1-1) y obligó a los madridistas a tener que buscar el segundo tanto, un segundo tanto que llegó en un pase entre líneas y desde el campo merengue de Clarence Seedorf que Raúl, en el pico del área grande, picó, recortó a su defensor, regateó con un giro de cadera al defensa y engaño al portero brasileño que dio un paso al lada derecho dejando un hueco amplio en su palo izquierdo donde Raúl, no perdonó, eso era el aguanís, mover al portero a un lado y disparar al palo largo entre ese espacio que dejaba al guardameta al moverse, tal y como explicó el padre de Raúl tras acabar el partido, un gol que Raúl primero en las categorías inferiores del Atlético de Madrid y luego en las del Real Madrid, repetía cada sábado en los campos de tierra donde jugaba. Era el aguanís de la II Intercontinental, la de RAÚL y de todo el REAL MADRID.

Veinte años después, ya con dos carreras en el bolsillo, Historia y Periodismo e intentando labrarse un hueco en el complicado mundo de los medios de comunicación, sólo nos queda decir, ¡¡SIEMPRE RAÚL!!… ¡¡GRACIAS POR AQUELLA MAÑANA!!… ¡¡HALA MADRID Y NADA MÁS!!…