Redacción: Ana Beatriz Micó.
Es raro ver mal a Raphael Varane, pero anoche estuvo muy flojo los 45 minutos que permaneció en el terreno de juego, hasta que se tuvo que retirar por precaución, debido a una herida en el tobillo.
Venía fresco tras no jugar en Cornellá, pero ya en la primera acción en la que tuvo que intervenir le regaló el balón al delantero rival, algo nada habitual en él, que a punto estuvo de costarle el primer gol al Real Madrid. Quizá su inseguridad se debiera al fuerte golpe que recibió en el tobillo, pero está claro que no fue su mejor noche. Aun así hay que confiar en él, ya que está llamado a ser el mejor del mundo en unos años y, como todos, también tiene sus días buenos y malos.