Ray Zapata, de la rotura de Talón de Aquiles en 2017 a ser medalla de Plata en Tokyo 2020. El «nuevo Deffer» suma la 5 medalla para la Gimnasia española.

Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla/LaNocheDelDeporteEspañolTV

Ray Zapata es subcampeón olímpico, medalla de Plata en Tokyo 2020 cumpliendo un ciclo glorioso pero muy complicado para el gimnasta español donde Zapata tocó fondo tras romperse el Talón de Aquiles en 2017 algo que no desanimó al español que ha confiado en sus posibilidades y llegaba a Tokyo 2020 con opciones de medalla.

No en vano, el ya bautizado como » nuevo Deffer» había firmado el cuarto mejor tiempo antes de la final, una final donde ha realizado una ejecución perfecta, similar a la de Gervi en aquella final de Pekín 2008, marcada en rojo, como la final más importante de toda su vida, no en vano, era un gimnasta de suelo como el mismo se definía aunque dos olimpiadas antes lograba dos Oros consecutivos en las finales de salto de Sidney 2000 y Atenas 2004 aunque como el mismo reiteraba, necesitaba su medalla olímpica en suelo.

Hoy, 13 años después, Ray ha clavado aquella final, ejecución perfecta, ha debido de ser Oro, de no ser porque el israelí Artem Dolgopyat también ha clavado todos los ejercicios incluso con mayor dificultad que los de Zapata y Routeng Xiao, medalla de Bronce.

De hecho, sí el maestro de la gimnasia artística y actual presidente de la federación española, Jesús Carballo tenía un movimiento con su nombre, Zapata tiene el suyo, en concreto, el Zapata I que no es otra cosa que un doble mortal adelante que realiza con giro y medio longitudinal agrupado.

Zapata ya tiene su más que merecida medalla olímpica contra todos los elementos, contra su propio Talón de Aquiles en 2017 pero siempre confiando en sus posibilidades, en poder ser medalla olímpica y aquí está el resultado, medalla de Plata en suelo, la sexta de la delegación española en Tokyo 2020, la tercera de Plata y la quinta de la gimnasia artística española tras las 3 de Deffer y la medalla de Bronce de Patricia Moreno.

Emocionado en el podio, rompiendo a llorar de alegría, Zapata ya tiene ya su medalla olímpica de Plata en suelo.

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El principal miedo del suelo es que, al caer, el tapiz te ‘escupa’. Pero, Ray no se ha salido del cuadrilátero y ha desarrollado el movimiento bautizado con su nombre, Zapata I, un doble mortal adelante que realiza con giro y medio longitudinal agrupado. Un elemento que, en realidad, es su as en la manga. Tras lucirse en la pista,ha terminado sabiendo que ha cumplido. Un grito final y su puño en alto demostraban que estaba más que satisfecho. 

Incombustible

Ray Zapata ya venció clasificándose para la final: obtuvo en el primer día de competición una nota de 15,041 en su ejercicio de suelo. Sólo tres competidores más fueron capaces de sobrepasar la fina línea de la excelencia -los 15 puntos-. 

Entre unos Juegos y otros, la vida le ha dado un giro de 180º. Zapata se rompió el tendón de Aquiles, renunció a campeonatos por su rehabilitación, se recuperó, modificó sus ejercicios, ganó medallas de oro, de bronce y de plata e incluso vio peligrar su participación en los Juegos de Tokyo 2020. A finales de noviembre del año pasado, fue operado de unas calcificaciones del tobillo izquierdo y tuvo miedo de no estar al 100%. Pero, es incombustible.

Su objetivo era tener un billete para Tokio y llevarse la medalla. Y lo ha conseguido. Ray siempre se mide contra sí mismo, aunque mira de reojo a su referente y admirado Gervasio Deferr, el gimnasta español que puso a nuestro país en lo más alto del podio en dos ocasiones y bajó un peldaño para llevarse una plata. “Ojalá conseguir ser el sucesor de Gervi”, como llama cariñosamente a Deferr. El ahora subcampeón olímpico está algo más cerca de ser el nuevo Deferr. 

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