Redacción: Luis Miguel Plá.
Todos los especialistas en fútbol internacional coinciden en señalar que el PSG es un equipazo lleno de estrellas, pero que naufraga por su falta de alma. Pues eso es precisamente lo que aporta Nacho a este Real Madrid, su alma y su entrega total por la camiseta y el escudo del club. Ayer fue su fe ciega la que permitió llevarse el partido al equipo de Benítez, porque solo por fe podría seguir un jugador ese rechace del tiro de Kroos. Además del gol estuvo muy concentrado en tareas defensivas, y a pesar de jugar a pierna cambiada, fue uno de los más destacados de la zaga blanca.