Fotografía: taringa.net
Redacción: Lorena Benito-Latribunamadridista.com
El jugador del San Lorenzo estuvo bastante provocativo con algún que otro futbolista blanco. De hecho, Ortigoza vio una justa y clarísima tarjeta amarilla por una fea entrada sobre Sergio Ramos, a quien le dejó un recadito en forma de tacos.
Tras esa innecesaria entrada, Ortigoza jugaba con fuego al intentar poner nervioso a más de un jugador contrario para que estos entraran en su juego.
De hecho, el San Lorenzo tenía dos claros objetivos en el partido: ensuciar y desesperar el juego del Real Madrid.