Fotografía: uefa.com
Redacción: Lorena Benito-Latribunamadridista.com
Marcelinho vio la roja directa por una clarísima mano que evitó el primer gol del Madrid por mediación de Gareth Bale en un córner que lanzó el alemán, Toni Kroos. El jugador del Ludogorets provocó que su equipo jugara casi todo el encuentro con 10 jugadores.
Con un hombre menos que el Real Madrid, el equipo búlgaro tuvo que hacer frente a la pegada blanca. Si Marcelinho no hubiera puesto su mano, quizá la trayectoria del partido hubiera sido otra, ya que por su culpa, Cristiano Ronaldo adelantó a los suyos con un gran penalti que tiró con mucha seguridad.