Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Sergio Ramos sigue siendo un ‘titán’ para el Real Madrid. Con su furia, su fe y sus ganas de ganar, el sevillano consiguió empatar el partido cuando peor pintaban las cosas para el equipo merengue. Apareció de la nada, en el segundo palo, para meter la pierna derecha y batir a Keylor Navas.
Tras el gol marcado en la noche del sábado, el central camero se convirtió en el octavo defensa más goleador de la historia de la liga, igualado con Andoni Goikoetxea, ex zaguero del Athletic de Bilbao en los años 80.
El sevillano superó a ‘Talín’ Alexanco, ex jugador del Barcelona, y demostró que la ambición forma parte del ADN. Si no llega a ser porque Benzema se cruzó en su camino, Ramos pudo haber hecho un ‘doblete’ escasos minutos después del empate.
Ramos no está en su mejor momento de forma, le cuesta defender con inteligencia, sin hacer demasiadas faltas, pero todo ello lo suple con sacrificio, fe y muchas ganas de ganar. Su gol en el Ciudad de Valencia así lo demuestra.
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