Redacción: latribunamadridista.com
En el Bernabéu todo es diferente y si juegue la selección, la confraternización es aún mayor, de hecho, en el templo se cerró un 3-0 a Suecia que nos metía en la Euro 2008 que posteriormente ganamos y diez años después, la España de Isco y CIA deja prácticamente el billete sellado para el mundial de Rusia 2018, un mundial que puede ser el segundo que ganamos de nuestra historia, el primero como recordemos fue en 2010 con un gol de Iniesta en la final ante Holanda, un agradecimiento que siete años después, el Bernabéu se lo ha recordado porque Iniesta entró en nuestras vidas aquel mágico 11 de julio de 2010.
En cuanto al aspecto deportivo, exhibición Isco, doblete del malagüeño, el primero de falta directa, con su hipotética pierna buena, la diestra y el segundo, también de bella factura, con la zurda y tras dos recortes maravillosos.
La guinda al pastel la puso Morata, siempre oportunista, el para muchos ( me incluyo), el 9 de España y también, el 9 del Madrid aunque el enamoramiento deportivo de Zidane sobre Benzema es superior a los goles del nuevo delantero del Chelsea que suma ya 3 dianas en esta fase de clasificación.
Con el partido sentenciado (3-0) y la clasificación cuasi sellada ( falta ganar a Liechtenstein el martes y el 6 de octubre en Alicante a Albania), el Bernabéu tributó ovaciones lógicamente a Isco, MVP del partido, a Asensio, el jugador de moda del momento y dos ovaciones muy peculiares, la mencionada a Iniesta y otra a Villa, el máximo goleador de la historia del fútbol español y que tras 3 años ausente de la selección, volvió a su selección, a esa roja que tanto le debe, no en vano ganó 1 Euro en 2008 y un mundial en 2010 siendo el pichichi de ambos campeonatos. Que bote el Bernabéu y por supuesto que viva ESPAÑA…