Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
El vestuario del Real Madrid, con los pesos pesados al frente, ha vuelto a alucinar. Cuando nadie se acuerda de él, Mourinho vuelve a lanzar un ataque frontal al grupo con el que convivió durante tres temporadas y al que reprochó no sentirse ni querido ni cómodo en el día a día.
La felicidad que vive la plantilla del Real Madrid no va a cambiar o se va a poner en peligro por las palabras del entrenador del Chelsea, pero más de uno quiere dar forma a la venganza perfecta con el portugués. El choque del verano de 2013 en Estados Unidos no fue más que el aperitivo. Quieren más, sobre todo, teniendo en cuenta que el luso no se olvida de sus exjugadores, viendo lo que dio el viernes.
«Ojalá nos lo encontremos en la Champions. Si llegamos a la final, ojalá el Chelsea sea el rival. Será el momento de hablar. Que nos deje en paz, es algo pasado y vamos a lo nuestro», es el comentario de uno de los jugadores con peso dentro de la plantilla. Y como él piensan otros tantos expupilos del ahora técnico del Chelsea.
Pese a que en un principio parecía que el respeto presidía las relaciones entre el técnico y sus exjugadores, ahora ya no es así. Salvo Arbeloa, Varane y Khedira, el resto apenas mantiene contacto con el portugués. Muchos le ignoran hasta cuando aparece en escena con algunas de esas declaraciones que tanta polvareda levantan, tal y como ha sucedido ahora.
Los jugadores creen que no soporta los éxitos que el equipo blanco está logrando de la mano de Ancelotti y que por ese motivo lanza mensajes de vez en cuando referente a su pasado en el Real Madrid. Cierto es que Mourinho ha encontrado en Londres la felicidad que según él perdió en Madrid y que sus últimas semanas fueron especialmente duras en la convivencia, pero el vestuario blanco piensa que lo mejor es olvidar y dar respuesta en el césped, con la Champions como escenario ideal.
Relación correcta con el club
Los dirigentes de la entidad madridista sí que guardan excelente relación con el portugués. Tanto Florentino Pérez como Jose Ángel Sánchez hablan o se envían mensajes con el técnico, tanto en los triunfos como en las derrotas de unos y otros. Incluso, meses atrás, Mourinho prometió, vía mensaje, no tocar a jugador alguno del Real Madrid y que en caso de hacerlo sería el club blanco el primero en enterarse. Esta escena sucedió con el presumible interés del Chelsea por Khedira. La relación es cordial y las dos partes han encontrado una estabilidad por separado que no tenían cuando iban de la mano.
Nadie va a esconder que Mourinho dejó una gran huella, para lo bueno y para la malo. Se puede decir que todos los jugadores con los que coincidió en el Real Madrid valoran el trabajo del portugués al frente del Madrid, el paso que dieron al frente a la hora de recortar distancias con el Barcelona y de volver a ser competitivos en Europa. Otra cosa es el trato, la convivencia en el día a día y otros motivos por los que la relación con práctica totalidad del vestuario se rompió.
Ahora, y más después de tanto tiempo desde la salida del portugués del Madrid, lo que no entienden sus exjugadores es que siga mandando recaditos de vez en cuando, sobre todo, teniendo en cuenta lo respetuosos que han sido ellos. En Valdebebas se le dio carpetazo a la era Mou hace tiempo. Ahora esperan que él haga lo mismo.
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