Hay una lista muy larga de posibles razones por las que el Madrid jugó tan bien frente al Inter y tan mal contra el Alavés. La falta de motivación en el segundo, la ventaja desde el gol… Pero sobre todo hay un facto crucial, en la última derrota del equipo blanco no estaba Odegaard.
Puede parecer que el noruego estuviera desaparecido en el pasado encuentro en San Siro, sin embargo su participación fue crucial, no tanto en la presión sino en la creación de juego. Muchos aficionados no saben realmente como juega y es que Odegaard pasa desapercibido pero es un clave fundamental, hace mejores a todos los que tiene al lado y, por supuesto al equipo. Sin él, los datos empeoraron bastante, por un lado, el número de pases se redujo de 796 a 563 y la efectividad en estos de un 92,21% a un 87,92%.
Su participación también de se refleja en la efectividad de sus compañeros. En el partido contra el Inter, Kroos dio 132 pases con un 96,97% de acierto mientras que contra el Alavés únicamente hizo 63 con un acierto del 90,48%. Modric pasó de los 108 con un 92% de acierto a 43 con menos de 84% de efectividad.